ENSXXI Nº 12
MARZO - ABRIL 2007
Querido Decano:
Tras la reciente publicación del Decreto 47/2007 de 19 de enero sobre modificación del Reglamento notarial y después de una sosegada reflexión sobre el contenido y alcance que dicha reforma implica en el aspecto organizativo del notariado, he llegado a la conclusión de que razones, tal vez no escritas pero sí de ética y responsabilidad, aconsejan que presentemos la dimisión ante las Juntas Generales de nuestros respectivos Colegios para permitir la apertura de un proceso de renovación democrática.
Cierto que en base al nuevo Reglamento alguien pudiera sentirse legitimado para mantenerse en el cargo por un año más, pero es más cierto que nuestra auténtica legitimación procede de nuestros compañeros, que nos eligieron para un mandato de tres años y sólo para tres años.
Además, la aprobación del nuevo Reglamento es un hito fundamental que marca el final de un período y el principio de una nueva época para el Notariado, con temas tan delicados como el de la adecuación de los actuales Colegios Notariales a las circunscripciones de las Comunidades Autónomas. No creo que misión tan importante pueda ser emprendida sin estar seguros de que seguimos contando con la confianza de aquellos a cuyos intereses, por encima de todo, servimos, y no lo olvidemos, la renovación de esa confianza no puede hacerse por Real Decreto sino dejando hablar a las urnas.
En esta línea, el nuevo Reglamento atribuye nuevas y a mi modo de ver, exorbitadas facultades al Presidente del Consejo y a su Comisión Permanente; y en estos casos de cambio de las reglas del juego, razones de higiene democrática obligan a dimitir a los actores que reciben más facultades para, antes de ejercerlas, someterse a nueva elección, para la que, por cierto, tampoco están facultados los actuales Decanos, ya que no fueron mandatados por los electores de base para esta nueva situación.
Estoy seguro, y así os lo quiero transmitir, que la totalidad de nuestros compañeros recibirían con satisfacción la actitud que os propongo, y que además redundaría en lograr una mayor implicación de todos en los retos que a la función notarial imponen no sólo los recientes cambios legislativos sino también los sociales y tecnológicos.
Espero que dediques al contenido de esta misiva la reflexión que, entiendo, exige la responsabilidad de nuestros cargos en los momentos actuales y el beneficio, por encima de cualquier otra consideración, del Notariado. Sin otro particular y agradeciendo de antemano tu amabilidad, recibe un cordial saludo,
José Luis Carvajal
PD. 1: Con esta misma fecha remitido carta con idéntico contenido al de la presente a los restantes Decanos.
PD. 2: Con esta misma fecha solicito del Presidente del Consejo General del Notariado la inclusión de la cuestión aquí expuesta como punto del orden del día de la próxima sesión que dicho Consejo celebre.