ENSXXI Nº 14
JULIO - AGOSTO 2007
Una entrevista de Filiberto Carrillo de Albornoz Fisac
En palabras de Javier Fernández García, José Luis Álvarez es, sin ninguna duda, el padre de los estudios del derecho del Patrimonio Histórico de España.
Elogio plenamente merecido, sobre todo tras la publicación en 2004 de su libro "Estudios jurídicos sobre el patrimonio Cultural de España".
¿Qué le llevó a ser Notario?
"Mi padre y mis bisabuelos fueron Notarios de Alba de Tormes y Salamanca, según me contaron. A mi padre le hacía mucha ilusión que yo fuera Notario, por lo que empecé a estudiar en el Colegio de los Maristas, Glorieta de Quevedo, que estabas en la calle Fuencarral.
Al terminar el Bachillerato, fui número uno del curso y hablé entonces por primera vez en público, en el Teatro Fuencarral, que se encontraba enfrente, hicieron una gran fiesta por la terminación del curso, que se repetía todos los años.... Y ésa fue, como si dijéramos, mi primera salida pública.
Después, efectivamente, mi padre me dijo "deberías hacerte Notario". Hice Derecho fui a la Universidad de San Bernardo y estuve allí los cinco años; después saqué premio extraordinario de fin de carrera, estudié muy bien la carrera y eso me facilitó mucho"
¿Recuerda alguna anécdota de las oposiciones?
"Recuerdo como el secretario del Tribunal me dijo: "yo vi que eras un chico que estabas haciendo un muy buen ejercicio y que todos los del Tribunal estaban dormidos, porque habíamos comido mucho"... y era una hora fatal, y entonces, les pidió café para todos, y nada, hice mi ejercicio, se acabó y la mañana siguiente me dieron los puntos, la máxima que hasta entonces habían dado"
Entre los que aprobaron con él, se encontraba, entre otros, Antonio Rodríguez Adrados.
Su primer destino fue Lalín en Galicia de lo que José Luis relata: "Llegué a Lalín, fui a ver al Oficial Mayor: cuando me vio, me acordaré toda la vida, se le cambió la cara, como diciendo "¡Dios mío, pero qué habré hecho yo para que me traigan a este rapaz!". Posteriormente fue a Valencia y luego Madrid, ello tras las correspondientes oposiciones"
Llegó a Madrid con 28 años.
¿De donde viene la vocación política?
D. José Luis siempre tuvo una preocupación política, entre los años 72 y 73, cuando ya estaba próxima la muerte de Franco, a la edad de 42 años, comenzó a escribir, y fundó un grupo llamado "Tácito".
En el año 1977 falleció la madre de D. José Luis y "organizamos unos días después una Asamblea con Adolfo Suárez... yo me senté en un rincón al final, estaba lejos de querer intervenir, se me acercó Adolfo Suárez y me dijo que si quería participar... para mí fue una sorpresa absoluta, pero ahí caí en la tentación ... hasta entonces yo había ido trabajando un poco para la defensa de unas ideas pero sin participar en la vida política".
De esta manera, D. José Luis llegó a ser Alcalde de Madrid en la época de la transición. Posteriormente fue Ministro primero de Transportes y Turismo y después de Agricultura.
Así dice José Luis: "Entonces perdimos las elecciones, UCD entonces, yo era diputado, me quedé en la Cámara... volví a la notaría en el año 1982, me mantuve en la Cámara hasta que finalizó esa época y ya no se volvió a presentar UCD. Empecé otra vez la vida normal. Bueno, pues eso es una parte de mi vida"
Otra vocación fue la de escribir...
"He escrito mucho, sobre todo de buenos temas políticos pero, también de temas culturales, patrimonio histórico, el patrimonio histórico-artístico".
Efectivamente, guarda como tesoros todo lo escrito por él, en su despacho de la calle Ortega y Gasset, al que sigue yendo todas las mañanas. Ha realizado muchas colaboraciones, así como su participación capital en la ley del Patrimonio Histórico español de 1985.
José Luis destaca: "La verdad es que mi hobby ha sido, dentro del derecho, el interés en el régimen jurídico de los libros culturales. Aquí, en esta parte final hay un predominio de la parte político-cultural y en la parte primera hay temas muy jurídicos".
¿Qué diferencia resaltaría del comienzo de su ejercicio y del final del mismo?
"Cuando empecé y después de volver de la política, prácticamente la conducta de los notarios era la misma que en los años 1970. Destaco una buena conducta y compañerismo, y eso duró bastante. Después de la ampliación de notarías, cambió mucho. La suerte de jubilarme". Hoy, uno de sus cinco hijos continúa con el ejercicio de la profesión notarial en Madrid.
Podemos concluir que en la figura de José Luis vemos un hombre ameno, trabajador, al que su humildad engrandece aún más.