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ENSXXI Nº 15
SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2007

LUC WEYTS
Notario honorario y Profesor extraordinario de la Universidad Católica de Louvain

El notariado belga se ha reorganizado desde el 1 de enero de 2000 de una manera mucho más profesional que hasta entonces.
La introducción de la nueva ley sobre el notariado ha contribuido mucho a esta reorganización, pero también la Federación Real de Notarios Belgas, con el Nuevo Colegio Nacional, ha participado en este impulso renovador a principios del siglo veintiuno.
En primer lugar, el propio legislador belga se ha interesado enormemente en los últimos tiempos por esta profesión tan antigua de notario en tanto que especialista de la justicia preventiva.
Al realizar contratos adecuados, con un valor probatorio auténtico y, por lo tanto, añadido, y con una fuerza ejecutoria equiparable a la de cualquier sentencia judicial, se constata que los conflictos entre ciudadanos surgen con menos frecuencia.
Los políticos han tomado más conciencia que nunca del coste y de la lentitud de la justicia llamada curativa, es decir, la justicia que se ejerce en los juzgados, en donde el retraso para gestionar los casos, dado el volumen de ellos, aumenta cada mes.
La necesidad de un mayor profesionalismo la introdujo la nueva ley en un primer momento revisando en cierto modo la actitud o el comportamiento del notario a la hora de otorgar sus escrituras en su trabajo jurídico diario.
Según el legislador, el notario ya no es solamente un redactor de escrituras, si bien esto sigue siendo importante para darle una seguridad jurídica a los convenios. Desde hace unos quince años y principalmente desde el 1 de enero de 2000, la ley sobre el notariado prevé explícitamente que el notario actúe como un verdadero asesor de las partes, no solamente antes, durante y después del otorgamiento de escrituras, sino también en otros ámbitos cada vez más amplios, como la gestión de patrimonios, las declaraciones de herederos, las donaciones manuales, la asistencia jurídica, la fiscalidad de las sociedades hasta cierto punto, e incluso en temas de urbanismo, medioambiente, etc.

"El legislador belga se ha interesado enormemente en los últimos tiempos por esta profesión tan antigua de notario en tanto que especialista de la justicia preventiva"

El notario aconseja a los clientes según sus necesidades, en calidad de asesor completamente independiente, de manera objetiva y social. En la jurisprudencia belga reciente se puede encontrar, además, un número creciente de sentencias que examinan si un notario ha actuado bien en un caso en concreto, dando consejos como lo habría hecho cualquier otro notario en las mismas condiciones.
Con el fin de que el cliente pueda recibir consejos adaptados a cada situación en particular, el legislador belga ha apostado por el hecho de que cada cliente pueda escoger su propio notario. En segundo lugar, este hombre de confianza que representa el notario para una persona, familia o sociedad, ha encontrado asimismo su lugar en la nueva ley sobre el notariado, junto con su obligación de asesor.
A pesar de la imparcialidad de todo notario, es el cliente el que escoge « su » notario (vendedor y comprador por ejemplo a parte), estando éste perfectamente al corriente de « su » caso y de sus antecedentes (por ejemplo, divorcio, matrimonio en segundas nupcias, etc.). Se supone, asimismo, que el notario, por el hecho de ser notario, deberá guardar cierta distancia con su cliente, cierta independencia, o incluso reservarse la posibilidad de oponerse al mismo si fuese necesario.
En tercer lugar, el legislador belga, en la nueva ley, ha puesto énfasis en el papel social del notario, en el sentido de que debe velar totalmente por que exista un equilibrio en los contratos entre las partes. Con la finalidad de proteger al consumidor, sobre todo al más débil, el notario debe advertir a sus clientes en el caso de producirse un eventual desequilibrio manifiesto en sus contratos o de que existan intereses manifiestamente opuestos.
Además, la nueva ley se interesa asimismo en determinados aspectos técnicos del otorgamiento de escrituras notariales.
Ya no existe la obligación de leer la integridad de la escritura en presencia de los clientes siempre que el notario hubiese enviado un borrador de la misma al cliente con anterioridad. Leerá en general los elementos variables de la escritura, resumiendo las cláusulas estándar y explicando el conjunto en términos comprensibles. De este modo, la lectura de las escrituras se ha convertido para los clientes en un acontecimiento mucho más agradable e interesante.
Además, el legislador ha abierto la puerta a la escritura desmaterializada y ya ha admitido la firma electrónica. Principalmente en la preparación de la escritura y en su terminación, la electrónica ha visto la luz, en la mayor parte de las formalidades, en la preparación de expedientes de cesión de bienes inmuebles (por ejemplo, de venta), pero también más recientemente en materia de escrituras de sociedades. La constitución e inscripción de sociedades en el registro mercantil (conocido como "el hervidero" de empresas) se puede realizar en principio en un plazo de 3 días gracias a la llamada tarjeta REAL y al e-depósito.
Finalmente, el legislador belga ha modernizado la propia organización del notariado desde el 1 de enero de 2000.
Se han permitido asociaciones entre notarios titulares o entre uno o varios titulares y uno o varios candidatos a notario que posteriormente se convierten en notarios asociados. Esta medida se ha tomado con la finalidad de responder mejor a las expectativas del público, que acuden con casos cada vez más complejos. En una asociación de especialistas y no especialistas, las funciones se reparten tanto en función del contenido de los expedientes como de la disponibilidad. Seguramente la calidad de vida de estos notarios ha mejorado así considerablemente.
En segundo lugar, el legislador ha hecho que el camino a seguir por los licenciados o con master en notariado para convertirse en candidatos a notario y, posteriormente, en notario sea más objetivo. Tras los cinco años de derecho y un sexto de especialización para ser notario, organizado exclusivamente a nivel universitario, se precisa un periodo de prácticas de mínimo 3 años de duración en una notaría (en principio) (todo esto existe desde hace tiempo), seguido de un examen comparativo muy difícil (este elemento es nuevo) organizado por una Comisión de Designación, que no está constituida únicamente por notarios. Solamente superan el proceso 60 candidatos anualmente. El nivel jurídico ha aumentado considerablemente, lo que también incrementa el profesionalismo de futuros notarios, convirtiéndose en los juristas que han seguido el camino jurídico más largo.
En tercer lugar, la ley ha creado un Colegio Nacional de notarios, una especie de parlamento del notariado, de donde emanan los Reglamentos Nacionales en materia de, entre otros, deontología, contabilidad, publicidad y comunicación, etc. Dicho colegio ya ha uniformado el notariado belga en numerosos aspectos. Existe más bien como órgano científico y legislativo, paralelamente a la Federación Real del Notariado Bela, que existe desde hace ya tiempo y que funciona más bien como órgano político, y que se ocupa, entre otros, de la imagen del notariado, de la formación permanente de los notarios, de los candidatos a notario, del personal, etc.
El propio notariado, al igual que el legislador, ha apostado por la renovación de la profesión.
En primer lugar, han aumentado los reciclajes jurídicos, organizados mayoritariamente por la Federación Real del Notariado Belga, o por los licenciados o especializados en notariado de las Universidades.
Además, se ha interesado igualmente en la formación jurídica, humana y sicológica de los notarios, entre otras, organizando cursos de mediación, de gestión y de organización de la notaría en general.
Asimismo, se ha organizado mejor la organización externa, es decir, los contactos televisados y con otros medios de comunicación.
Ha presentado sus servicios al legislador belga ayudándole a establecer buenas leyes. La preparación de los textos legales se hace frecuentemente en la Federación, con un representante del Ministerio, en todo aquello que concierne a los expedientes importantes que interesan al Notariado.

"Ya no existe la obligación de leer la integridad de la escritura en presencia de los clientes siempre que el notario hubiese enviado un borrador de la misma al cliente con anterioridad"

El Notariado también ha mostrado su carácter social, instaurando un fondo notarial, previsto en la nueva ley sobre el Notariado, para intervenir en el coste de las escrituras de compraventa para la gente menos afortunada, tal y como el Banco Mundial había ya solicitado por medio de Doña Ana Palacio. Desde el 1 de enero de 2000, aquellas personas que adquieran una vivienda modesta se pueden beneficiar de una bonificación de 250 sobre los honorarios de los notarios que otorguen la escritura de compraventa. Mediante esta medida social, el notariado contribuye a facilitar la compra inmobiliaria. Todos los notarios belgas cotizan anualmente al Fondo Notarial. 
Entre tanto, el legislador, por medio de leyes separadas, no ha olvidado introducir la obligación de realizar escrituras notariales en nuevos ámbitos.
El notario belga posee una competencia muy amplia en los tres ámbitos: familiar, contractual y de sociedades. Ha recibido, incluso, funciones judiciales que emanan de su propio papel de jurista preventivo, con el fin de disminuir el trabajo de los juzgados (ventas por embargo, en caso de quiebra, toda liquidación judicial en la que actúe como primer juez, divorcios por consentimiento mutuo, etc.). Existe toda una serie de nuevas escrituras, demasiado exhaustiva para explicarla.
Para finalizar nos gustaría ofrecer algunos datos. El Notariado belga contaba a finales de 2006 con 1358 notarios activos, 801 de habla flamenca y 557 francófonos. A finales de dicho año, el país contaba con 231 notarias y 1127 notarios. Ya se habían creado 147 asociaciones y se emplearon 6673 colaboradores. En 2006, los notarios firmaron 904.101 escrituras, cobrando por cuenta del Estado 3.318.151.189 euros en derechos de registro.
En lo que al futuro se refiere, tenemos la impresión de que tras la nueva ley se han debilitado, sino frenado completamente, los ataques políticos sobre el numerus clausus, los honorarios fijados por decreto real, o el monopolio por una gran serie de escrituras. Los políticos han tenido que reconocer que el Notariado, recientemente modernizado, constituye una herramienta de seguridad jurídica, necesaria junto con la existencia de los Juzgados y de los Tribunales.

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