ENSXXI Nº 16
NOVIEMBRE - DICIEMBRE 2007
El Congreso se acabó y los congresistas de todo el mundo pletóricos de percepciones, marcharon a sus respectivos países para seguir impartiendo la fe pública. Esa fe pública que pretende hacer más feliz la vida de los ciudadanos aportándoles esa sensación de seguridad que constituye el ideal de vida de los hombres. Porque solo el que puede mirar el futuro sin preocupaciones, porque alcanzó la seguridad, es capaz de gozar con buen ánimo del futuro.
El Colegio Notarial de Madrid se ha sentido muy honrado cuando en sus limitados salones dio milagrosamente acogida, además de a todos los Presidentes del Notariado y del Colegio, a los más de trescientos delegados, en el acto conmemorativo del nacimiento de la Unión Internacional del Notariado cuyo segundo acto, el de su formalización, tuvo lugar en la sala de cátedra del Colegio de Madrid que ha adquirido para el Notariado mundial rango mítico.
El hálito de por si ecuménico y cosmopolita de los notarios de este Colegio ha salido enriquecido con el espíritu universal y expansivo de los partícipes en este 25 Congreso, que dejará marcadas a las nuevas generaciones de notarios con la orientación unificadora que en él se traspiraba.
Gracias a todos los participantes en este Congreso. Gracias por venir. Sabed que, como ya se anunció en este y en congresos anteriores, este Colegio Notarial de Madrid es y será vuestro como siempre lo fue, y que a partir de ahora, tras haber venido a fundiros con nosotros con ocasión de este Congreso, lo es un poco más. Sabed también que nosotros los notarios madrileños seremos de todos vosotros, como dice la vieja zarzuela, amigos para siempre.