MIGUEL MARTÍNEZ SANCHIZ
Notario de Getxo (Vizcaya)

ESPECIAL ELECCIONES

Las próximas elecciones para el nuevo Colegio Notarial del País Vasco, que estará integrado por los notarios pertenecientes al actual Colegio de Bilbao y los de Guipúzcoa, actualmente pertenecientes al Colegio de Pamplona, son sin duda, unas de las más "calientes" de la contienda.
Hay dos candidaturas, la primera de ellas encabezada por el actual Decano del Colegio de Bilbao, Manuel López Pardiñas, miembro de la Comisión Permanente del Consejo General del Notariado, presidente de CATI y responsable de la informática, con excepción de ANCERT e índice único. Pardiñas opta a un tercer mandato y es de suponer que su mensaje electoral consista en la continuidad de la política del actual Consejo: Profundización en el carácter funcionarial del Notario, atribución de poderes excepcionales al Consejo, su Comisión Permanente y Presidente, potenciación de ANCERT, secretismo en las actuaciones y cuentas de unos y otros y enfrentamiento radical con el cuerpo de Registradores, para el cual ha tenido ocasión de lucirse con la regulación del vigente sistema de presentación telemática.
En el ámbito interno del Colegio su posición, manifestada en todos los foros en que ha tenido oportunidad de hacerlo, es la de considerar que la reordenación del ámbito territorial del Colegio supone una absorción por parte del Colegio de Bilbao de los notarios de Guipúzcoa, quienes deberán asumir esta circunstancia, debiendo la Junta Directiva cuyo mandato expira a finales de año, supervisar y controlar todas las operaciones financieras y patrimoniales que se realicen en el Colegio de Pamplona hasta dicha fecha. De hecho ha llegado a pedir una auditoría de este Colegio, negándose por supuesto a ofrecer dato alguno del que preside en la actualidad.
La segunda candidatura es la encabezada por Javier Oñate Cuadros, Notario de San Sebastián y actual Censor 2º del Colegio de Pamplona. Su mensaje es claramente renovador, en la línea de la plataforma Futuro Notarial, de la que forma parte. Respecto del CGN, propone un cambio en los modos y una revisión de las políticas realizadas durante el último mandato. Democratización y transparencia en los acuerdos y cuentas del Consejo y de los órganos y sociedades de él dependientes. Negociar con los Registradores para presentar un proyecto conjunto de ley de seguridad jurídica preventiva, superando las disfunciones del actual sistema. En definitiva, que el Notario sea el eje vertebrador de la política notarial y no el Notario un mero ejecutor de las decisiones tomadas desde arriba.
Internamente, propone una descentralización y desconcentración de la toma de decisiones, sometiendo las más importantes al criterio mayoritario de los Colegiados, aprobación de un Reglamento de Régimen Interior acorde con la organización administrativa de la C.A. del País Vasco, elección por los Notarios de los delegados y subdelegados de distrito, regulación de las facultades discrecionales de la Junta Directiva para evitar largos y costosos procedimientos judiciales, la organización de servicios de asistencia jurídica a los notarios que voluntariamente la soliciten y el reconocimiento de que todos los Notarios que se integrarán en el nuevo Colegio estarán en plena igualdad de condiciones, con independencia de su Colegio de origen.
Ambas candidaturas representan modos de ver el Notariado muy diferentes. La candidatura de Pardiñas tratará de vender los "logros" del prorrogado mandato, mientras que la de Oñate considera que es preciso un cambio en las políticas, los modos y las personas y presenta como aval de su gestión la de la Junta del Colegio de Pamplona que concitó, en particular en lo relativo a la impugnación del art. 143 del Reglamento Notarial, un apoyo nunca visto.
La elección se prevé reñida y es de suponer que quien gane lo haga por muy escaso margen de votos. En cualquier caso, ambos candidatos han manifestado su voluntad de servir al Notariado desde sus respectivas posturas y su total y absoluta lealtad para con la Junta que resulte elegida.