ENSXXI Nº 29
ENERO - FEBRERO 2010
ANTONIO DOMÍNGUEZ MENA
Notario de Madrid
El pasado día 12 de Enero de 2010, el Boletín Oficial del Estado publicó la lista definitiva de admitidos para tomar parte en la actual Oposición al Título de Notario. El número definitivo, un total de 874, supone 353 firmantes menos que la anterior Oposición (que se celebró en 2007/08), 484 menos que en la misma Oposición convocada hace diez años, y 445 menos que la que tuvo lugar hace veinte. Habría que remontarse a la convocatoria del año 1987 para compararlo con un número por debajo del millar de firmantes: 995.
Los datos anteriores han venido a confirmar la tendencia descendente en el número de opositores a Notarías de los últimos años, descenso que empezó a notarse bruscamente a partir del año 2003, donde el número de firmantes bajó en 358 respecto de la anterior convocatoria. Los gráficos que se reproducen son suficientemente reveladores de las altas, bajas y oscilaciones en el número de firmantes y plazas convocadas.
Sin embargo, esta tendencia no es exclusiva de las Oposiciones a Notarías. Algo similar ha sucedido en las Oposiciones de acceso al Cuerpo de Aspirantes a Registradores de la Propiedad y Mercantiles, al Cuerpo de Abogados del Estado y a la Carrera Judicial, aunque con menos oscilaciones respecto de los dos primeros. Veámoslo someramente con algunas cifras.
En las Oposiciones a Registros, en 1980 hubo 451 firmantes; en 1990, firmaron 981 (el mayor número de opositores que firmaron la convocatoria en los últimos treinta años); en 2000, lo hicieron 719, y en 2009, 773, es decir, algunos más que diez años antes; sin embargo, esta cifra no es del todo objetiva, pues es bien sabido que los opositores a Notarías y Registros, generalmente, suelen firmar ambas convocatorias por la similitud –que no identidad- de sus respectivos programas, ya que se trata de aprobar cuanto antes; son muchos los casos de opositores a un Cuerpo que acabaron ingresando en el otro.
"Las oposiciones, todas, están al alcance de cualquier persona ... las virtudes o cualidades del opositor no difieren de las de cualquier persona: Ha de ser humilde, trabajador, constante y disciplinado, y para esto no hace falta una genética especial, sino firme determinación para conseguir el objetivo propuesto"
En cuanto a las de acceso al Cuerpo de Abogados del Estado, en 1981 hubo 143 firmantes; en 1990, firmaron 145; en 2000 lo hicieron 263, y en 2009, 145. El mayor número de opositores que firmaron la convocatoria en las últimas tres décadas se dio en 1997, con 341 firmantes.
Finalmente, para terminar con las cifras, en las Oposiciones de acceso a la Carrera Judicial –Turno Libre-, en 1990 hubo 5869 firmantes (el mayor número de opositores que firmaron la convocatoria en las últimas dos décadas); en 2000, firmaron 5628, y en 2009 lo hicieron 3707.
Las cifras son bastantes reveladoras, y merecería un estudio sociológico la explicación de estas variaciones, generalmente descendentes; aventurándome a opinar, imprudentemente y desde mi ignorancia en materia sociológica, las razones podrían ir desde una causa tan simple como el “bajón demográfico”, hasta una más compleja como lo poco atractivo que pueda resultar el ejercicio de una profesión para los que son ajenos a ella o están poco informados, considerando la ecuación esfuerzo/trabajo/dedicación/beneficio. En esas oscilaciones también podrían incidir las épocas de crisis económica, en las que suele decirse que la gente busca una ocupación segura en el sector público; si esto fuera así, seguro que los lectores-economistas con buena memoria recordarían los años de crisis y su reflejo posterior en el número de opositores de los años que se han citado; de igual forma, en las épocas de bonanza económica, en las que el trabajo “abunda”, las oposiciones no son la opción preferida, y ésta podría ser la razón de que en la última convocatoria hubieran descendido los firmantes. Sin embargo, no faltarán quienes opinen que lo que sucede es, simplemente, que “los jóvenes de hoy en día no quieren estudiar, sólo salir y divertirse”, y probablemente no les faltará razón, aunque yo creo que eso mismo gustaba a los jóvenes de hace 10, 20 ó 30 años, y no por eso dejaban de estudiar, pues las funciones vitales, gustos y necesidades de los opositores son idénticas a las de las demás personas.
Desde luego, hay que reconocer que para cualquier joven (o no tan joven) recién Licenciado en Derecho, a los 22 ó 23 años, resulta poco “atractivo”, y menos aún “emocionante”, encerrarse en una habitación a estudiar entre 10 y 12 horas diarias, bajo el pesado yugo de la incertidumbre sobre cuánto tiempo durará el esfuerzo y cuál será su resultado, con un sacrificio personal y familiar ilimitado; y eso, sin tener en cuenta la cantidad de tentaciones de todo tipo que le rodearán en el momento de tomar la decisión de dedicarse a cualquier cosa antes que a “dejarse” dioptrías estudiando cuestiones tan “interesantes” como, por ejemplo, los censos enfitéutico, reservativo y consignativo. Aunque siempre podrán oírse opiniones autorizadas que dirán que “el chico oposita porque le gusta estudiar”, frase que merece ser incluida en los anales de las grandes estupideces, porque una cosa es que a alguien le guste leer y aprender, y otra muy diferente tener que pasar doce horas luchando contra los censos para defender su tema en el tiempo establecido.
Por mi parte, creo que las oposiciones, todas, están al alcance de cualquier persona… que quiera sacrificarse. Es frecuente oír la expresión “yo no podría”, “esto no es para mí” o “yo no tengo capacidad”. Sin embargo, creo que las virtudes o cualidades del opositor no difieren de las de cualquier persona: Ha de ser humilde, trabajador, constante y disciplinado, y para esto no hace falta una genética especial, sino firme determinación para conseguir el objetivo propuesto.
Y para orientar y preparar a los “intrépidos” que decidan opositar a Notarías, la Fundación Matritense del Notariado cuenta con una Academia de Preparación a estas oposiciones, que lleva funcionando muchos años y de cuyos exitosos resultados ya se ha dado noticia en otros números de esta Revista. En los gráficos adjuntos puede verse su evolución. La Academia destaca, entre otras muchas razones, por la estabilidad del número de alumnos y de aprobados.
"La propia Academia puede sentirse orgullosa de que los propios opositores, hoy notarios, hayan sido sus principales valedores como uno de los referentes para preparar la oposición, acogiendo opositores de todos los puntos de España"
Hace ya mucho tiempo, para ingresar en esta Academia era prácticamente necesario formar parte de una “Lista de Espera”; sin embargo, desde hace ya varios años esta espera ya no es precisa, pues el menor número de opositores, la mayor dedicación de los preparadores y la buena gestión de las personas que trabajan diariamente en la sede (Mercedes Asensi y Maite Blanco), hoy día la incorporación a un grupo de opositores es cuestión de días. Y la propia Academia puede sentirse orgullosa de que los propios opositores, hoy notarios, hayan sido sus principales valedores como uno de los referentes para preparar la oposición, acogiendo opositores de todos los puntos de España.
En función de los datos analizados, no cabe duda de que estamos en un buen momento para opositar a Notarías; la relación entre el número de plazas convocadas y el de firmantes de la convocatoria es muy atractiva. Atrás quedaron oposiciones como la concluida en Valencia en 1993, donde la proporción era de 27 firmantes por plaza, o la concluida en Madrid en 1995, donde fue de 25 por plaza –las dos oposiciones con la proporción más alta desde el año 1955, que es el primero que se ha tomado en cuenta para redactar este artículo-, datos que distan mucho de los de la anterior convocatoria (Sevilla/Granada), que era de 8 firmantes por plaza, o de la actual convocatoria, 9 por plaza, una tercera parte menos. Indudablemente, las perspectivas han mejorado.
Ver Gráficos Comparativos de Oposiciones.
(1) Fuentes.- Las cifras utilizadas en la redacción de este artículo han sido obtenidas con la colaboración de D. José Carlos Sánchez González, Notario y Letrado de la Dirección General de los Registros y del Notariado, la Gestoría Paniagua y el personal de la Academia Madrileña de Preparación de Oposiciones a Notarías, a quienes desde estas líneas agradezco su disposición y ayuda.