ENSXXI Nº 34
NOVIEMBRE - DICIEMBRE 2010
El gobierno de los notarios: Democracia y representación
- Detalles
- Escrito por José Ignacio Wert
- Categoría: Revista 34 , Sección Corporativa
JOSÉ IGNACIO WERT
Sociólogo y Presidente de Inspire Consultores
LOS NOTARIOS RECLAMAN MAYOR DEMOCRACIA INTERNA
En el cuadro de una encuesta sobre cuestiones profesionales y corporativas que afectan a los Notarios españoles, realizada por Inspire Consultores para El Notario del Siglo XXI1, hemos incluido un amplio bloque de indicadores que abordan la cuestión de la representación corporativa y la gobernanza del colectivo notarial, cuyas conclusiones más relevantes se sintetizan a continuación.
"Nos encontramos ante una clara expresión de preferencia por un principio de democracia directa y vínculo de proximidad"
A tenor de los datos que hemos recogido, existe una nítida cesura entre el juicio, mayoritariamente aprobatorio, que concitan los aspectos referidos a lo que llamaríamos gobernanza de proximidad, es decir, lo que se refiere a cada uno de los Colegios Notariales, por un lado, y las opiniones, claramente más críticas, que suscita lo que podríamos denominar gobernanza pinacular , esto es, lo que atañe al órgano superior de gobierno del colectivo, el Consejo General del Notariado.
A la base de esta valoración distinta parecen estar, según las opiniones recogidas, no sólo cuestiones de tipo performativo, es decir, referidas al desempeño de los respectivos cuerpos de gobierno, sino también -y podría decirse que, principalmente- percepciones muy diferenciadas de la representatividad de los Colegios y el Consejo, que tienen que ver fundamentalmente con el distinto modo de elegirse unos y otro, percibido como plenamente democrático el de los primeros y visto con profundas reservas el del segundo.
Comenzando por lo que se refiere a los Colegios Notariales, la valoración general del papel desempeñado por el Colegio Notarial al que están adscritos los consultados es claramente positiva. Prácticamente tres de cada cuatro notarios entrevistados declaran tener una opinión muy buena (18%) o buena (57%) de su Colegio, en tanto que apenas llega al 12% la proporción de quienes mantienen una valoración muy mala (4%) o mala (8%) del órgano de representación más próximo.
"Insatisfacción nítidamente decantada acerca del sistema seguido en la elección de la Presidencia de dicho Consejo. En efecto, los notarios entrevistados muestran una preferencia clara por la elección del Presidente mediante sufragio universal de todos los notarios, con conocimiento de los programas"
No se aprecian grandes diferencias en este juicio positivo acerca del papel del Colegio, con una llamativa excepción, la opinión acusadamente más crítica de los notarios del Colegio andaluz. En efecto, los Notarios andaluces que valoran en términos muy positivos a su Colegio son apenas la mitad de quienes en el total de la muestra otorgan esa valoración, mientras que un 20% de los consultados en esa Comunidad otorgan una valoración negativa a su Colegio, doblando prácticamente la media nacional de juicios negativos.
Desde la perspectiva de gobernanza y representatividad, hay un juicio abrumadoramente positivo hacia el procedimiento de elección de la Junta Directiva del Colegio, elegida por sufragio universal de todos los colegiados, que queda acreditada por la sólida mayoría de casi 8 de cada 10 consultados que no es partidaria de que se cambie dicho sistema. Los partidarios de que ese sistema de elección cambie son una pequeña minoría de apenas un 17% de los consultados.
En cambio, existe una percepción de signo contrario, en proporciones inversas casi simétricas a las de la pregunta anterior, que lleva a favorecer claramente la opción de elección democrática por parte de los notarios ejercientes en cada Distrito de los Delegados de aquellos, en lugar del procedimiento de designación por la Junta Directiva que se sigue actualmente: casi tres cuartas partes de los entrevistados (71%) serían partidarios de que los propios notarios ejercientes en cada Distrito eligieran directamente a sus Delegados, frente a una cuarta parte (24%) que es partidaria de conservar el actual sistema de designación.
Nos encontramos, pues, ante una clara expresión de preferencia por un principio de democracia directa y vínculo de proximidad, que reclamaría que el eslabón representativo más próximo al notario fuera elegido por aquellos cuyas inquietudes y problemas debería canalizar hacia el órgano de representación corporativa del nivel superior, el Colegio, como opuesto a una visión que podríamos calificar como "prefectural", según la cual los Delegados son más un relais de la Junta hacia los notarios que un cauce de expresión de los notarios hacia aquella.
Por lo que se refiere al órgano superior de representación corporativa, el Consejo General del Notariado, su valoración por parte de los entrevistados es nítidamente más crítica que la que reciben los Colegios Notariales. Aunque las valoraciones positivas se acercan al 50% (suma del 5% que considera muy buena su labor más el 44% que la califica de buena) este sumatorio de calificaciones positivas es 26 puntos inferior al que recaban los Colegios.
"La encuesta revela que los Notarios españoles se inclinan de forma clara por un principio de gobernanza democrática"
Aún más: si nos fijamos en la calificación más incondicionalmente positiva (muy buena) quienes la otorgan supone prácticamente cuatro veces menos que quienes dan ese mismo valor a su Colegio Notarial.
Y otro tanto sucede con las calificaciones negativas: prácticamente un tercio de los notarios considera muy mala (8%) o mala (24%) la labor desempeñada por el Consejo General, juicio negativo que excede en más de dos veces y media la proporción de quienes suscriben un juicio negativo acerca de su Colegio.
A través de una pregunta abierta (en la que son los propios entrevistados quienes libremente expresan las raíces en que fundamentan su juicio positivo o negativo sobre la labor del Consejo) podemos aproximarnos a la lógica de dichos juicios.
Las opiniones positivas que suscriben casi la mitad de los entrevistados encuentran su fundamento en lo que consideran una adecuada representación de sus intereses (30% de quienes tienen una visión positiva de la labor del Consejo) o en lo que llamaríamos una conformidad genérica con su desempeño, sin mayores precisiones (20%).
En el campo opuesto, el tercio de notarios que califica en términos negativos (muy mala o mala) la labor del Consejo fundamentan esencialmente ese parecer en lo que podríamos definir como déficit de representatividad (39% de quienes tienen una opinión negativa la basan en que el Consejo no defiende o representa los intereses del colectivo).
Parece fuera de duda que una parte de este sustrato de opinión se relaciona con una insatisfacción nítidamente decantada acerca del sistema seguido en la elección de la Presidencia de dicho Consejo. En efecto, los notarios entrevistados muestran una preferencia clara por la elección del Presidente mediante sufragio universal de todos los notarios, con conocimiento de los programas de los distintos candidatos (80%), frente al método indirecto -prácticamente, una cooptación- que actualmente se sigue a través del voto de los Decanos de los Colegios (17%).
"El estudio muestra claramente que esa preferencia se relaciona con una demanda implícita de una mejor rendición de cuentas (accountability)"
Esta preferencia es prácticamente universal a través de las distintas variables que se han analizado. En todos los Colegios, en todos los tramos de antigüedad profesional, en las distintas tipologías (urbanas y rurales), entre los notarios y las notarias, predomina sin fisuras esta preferencia por la elección del Presidente en una confrontación abierta, con exposición de un programa electoral y de acuerdo a un principio de democracia directa (un hombre, un voto), en lugar de una cooptación entre los Decanos como la que actualmente rige la designación del Presidente del Consejo General del Notariado.
También es ampliamente mayoritaria, aunque en términos algo menos rotundos, la preferencia por la elección directa de la Comisión Ejecutiva o Equipo de Gobierno del Consejo, a partir de la propuesta de un equipo homogéneo por parte del Presidente (60%), frente al actual sistema de cooptación por el Presidente entre los Decanos (35%).
En conclusión, la encuesta revela que los Notarios españoles se inclinan de forma clara por un principio de gobernanza democrática que se aplica a todos los eslabones representativos del colectivo. Son partidarios de que los Delegados de Distrito sean elegidos por los notarios que ejercen en el Distrito, que el Colegio Notarial siga siendo elegido, como hasta ahora, por sufragio universal de los ejercientes en su ámbito, y desearían, con claridad que despeja cualquier duda, que la máxima figura representativa del colectivo, el Presidente del Consejo General del Notariado respondiera igualmente a esa elección directa por sufragio universal. Esa preferencia se extiende también al equipo más ejecutivo del Consejo que, a juicio de los notarios, debería ser un equipo homogéneo propuesto por el Presidente y elegido por el conjunto de los Notarios.
Pero, además, el estudio muestra claramente que esa preferencia por un sistema democrático puro se relaciona con una demanda implícita de una mejor rendición de cuentas (accountability) entre representantes y representados, que de una gobernanza más democrática se espera más eficacia y mayor transparencia. La fibra democrática está firmemente arraigada en el colectivo notarial, cuyo tamaño, además, hace no sólo viable sino efectivo un principio de representación sin filtros añadidos ni incrustaciones oligárquicas ajenas a ese principio.
1 La encuesta se realizó sobre una muestra aleatoria estratificada por Colegios Notariales de 302 colegiados, proporcional al número de colegiados en cada uno de ellos. La información se recogió a través de un cuestionario estructurado y pre-codificado, administrado a través de entrevista telefónica asistida por ordenador (Computer Assisted Telephone Interviewing. Esto supone una tasa de muestreo del 10% del universo estudiado. El error de muestreo es de ± 5,47% en el supuesto más desfavorable, adoptando un nivel de confianza del 95,5% (dos sigmas). El trabajo de campo tuvo lugar entre los días 5 y 8 de octubre de 2010.