ENSXXI Nº 36
MARZO - ABRIL 2011
- Detalles
- Escrito por Enrique Rojas
- Categoría: Revista 36 , Opinión
ENRIQUE ROJAS
Catedrático de Psiquiatría y Director del Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas
Se ha dicho que la segunda fiesta nacional en nuestro país son las oposiciones. Preparar una oposición es una tarea de artesanía psicológica y significa la capacidad de poner en juego fundamentalmente ilusión e inteligencia instrumental. Cada una de ellas tiene su propio territorio. La felicidad consiste en ilusión. La ilusión es la esperanza con fundamento, vivir el presente empapado de un futuro amplio, abierto de tal manera que uno va trabajando pero sin recoger un fruto inmediato, capacidad para aplazar la recompensa, y esto es propio de personas con gran capacidad psicológica, saber que los frutos serán tardíos pero llegaran. Nos pasamos la vida pensando en el día de mañana y esto significa que vivimos hacia delante y nos proyectamos hacia lo que está aún por llegar. Tener ilusiones es estar vivo y coleando.
La inteligencia instrumental tiene cuatro notas que se hospedan en su seno: orden, constancia, voluntad y motivación; son las joyas de la corona de la conducta del opositor. Hay muchas formas de inteligencia y también diversas maneras de definirla: Inteligencia es capacidad de síntesis, también saber distinguir lo accesorio de lo fundamental, Inteligencia es capacidad para captar la realidad en su complejidad y en sus conexiones. Hay muchas modalidades de inteligencias. En este sentido voy a enumerar las que me parecen tienen más relevancia: teórica, práctica, social, analítica, sintética, discursiva, matemática, emocional, creativa, fenicia, inteligencia para la vida, a la que he hecho mención en un artículo y la he llamado: “Inteligencia instrumental”, que puede quedar definida de la siguiente manera: es aquella modalidad que consigue elevar las capacidades que uno tiene, mezclando con arte y oficio esta tetralogía apuntada.
"Preparar una oposición es una tarea de artesanía psicológica y significa la capacidad de poner en juego fundamentalmente ilusión e inteligencia instrumental"
Voy a referirme a cada uno de estos apartados con detalle: el orden es como un sedante: para un opositor el orden tiene una importancia extraordinaria y tiene dos notas en su interior: orden estático y dinámico; El primero significa tener las cosas en su sitio: papeles, apuntes, libros…. Eso produce tranquilidad exterior o interior muy beneficiosa: entrar en la habitación de un opositor es hacerle un retrato psicológico. El orden dinámico significa saber planificarse, adelantarse, organizar bien el tiempo para evitar que a uno le coja el toro. Cuando tienes orden el tiempo se multiplica y llegas a más cosas.
La constancia es la perseverancia en las tareas del día a día y significa tenacidad insistencia, continuidad, empezar pocas cosas y seguirles la pista. Lo cotidiano nunca es banal ni insignificante ni pequeño. Antes al contrario, sign aterroizar en lo que es la vida del opositor.
La voluntad consigue que los sueños se hagan realidad. Y es la capacidad para ponerse uno metas concretas y luchar contra viento y marea, para que salgan adelante. En el caso del opositor especialmente a notarias se podría trazar una tabla de ejercicios de gimnasia de voluntad, que podría quedar representada de la siguiente manera: ahora me pongo a estudiar, en el momento previsto aunque no me apetece, y sé que es bueno para mi y más tarde repito aquel artículo del código que me cuesta retenerlo de memoria porque sé que es bueno para mi y más tarde acepto la critica del preparador sin hundirme ni venirme abajo porque sé que eso hará de mi una persona de una pieza. En una palabra la costumbre de vencerme en lo pequeño, las pequeñas negaciones de ahora tendrán su recompensa. Una persona con voluntad llega más lejos que una inteligente. La voluntad se hace fuerte en el esfuerzo diario y deportivo por alcanzar el rendimiento previsto.
Finamente el cuarto ingrediente es la motivación. Podemos definirla así: es aquel motor de conducta que me empuja a seguir en esa dirección cueste lo que cueste, estar motivado es vivir anticipadamente lo que uno va a conseguir. La ansiedad tiene tres síntomas que no quiero dejarme en el tintero:
1- Físicos: son aquellos que se manifiestan a nivel corporal y dan lugar a la siguiente constelación clínica: nerviosismo, inquietud, taquicardia, opresión precordial, mareo, hipersudoración, temblores…
"Inteligencia es capacidad de síntesis, también saber distinguir lo accesorio de lo fundamental, Inteligencia es capacidad para captar la realidad en su complejidad y en sus conexiones. Hay muchas modalidades de inteligencias"
2-Psicológicos: nerviosismo, desasosiego interior, vivencias de amenaza, deseos de huir o escapar…., miedos difusos que otras veces se hacen concretos, inseguridad, sensación de inferioridad, sensación de vacío, melancolía mezclada con temores, sensación de cansancio ante un esfuerzo,…
3- Síntomas intelectuales: percepción pesimista de su realidad, sensación subjetiva de mala memoria reciente y dificultad para tener todo el arsenal de temas y números del código que tienen que quedar fijados en la memoria, tendencia intermitente a concentrase mal o estar despistado, tener pensamientos negativos de los que no se libra, dar muchas vueltas a las cosas de manera obsesiva, le cuesta pensar, cierto bloqueo intelectual, pensar que no saldrá bien la oposición porque ése día se encontrará mal, o no estará en forma.
Estos síntomas que he descrito se mezclan, se juntan de forma caprichosa y dan lugar a un estado de ánimo que se puede resumir así: emoción negativa de temores diversos que se viven como anticipación de lo peor.
Hay una modalidad especial de vivir la ansiedad que son las crisis de pánico: episodios breves de corta duración que aparecen de pronto sin previo aviso y que es una borrachera de ansiedad de gran intensidad en el que lo más importante es la taquicardia, opresión precordial, sensación de irrealidad, un exceso de sudoración, cambios de temperatura corporal, temblores, hormigueo y en casos de mayor intensidad aparecen tres temores que el psiquiatra sabe traducir al lenguaje coloquial de la siguiente manera: temor a morirse, a perder el control y a volverse loco. Todo esto tiene arreglo, hoy con las técnicas modernas de tratamiento farmacológico y psicológico tiene una salida. En la atmósfera del opositor aparecen momentos que describiría como una mezcla de síndrome de estar quemado y por otro, el deseo de abandonar la oposición.
"Dice Unamuno en su Diario íntimo: 'No darse por vencido ni aun vencido, no darse por esclavo ni aun esclavo'. El camino más exigente lleva a la meta más valiosa"
Esto es absolutamente normal, es más, cuando no aparecen este tipo de personas uno se sorprende porque son una “rara avis”. Ahí se mezcla cansancio, agotamiento, rutina de días grises, empedrados unos detrás de otros y la impresión sobre todo de que uno no se concentra bien y no puede retener tanta información. En estos casos es fundamental la figura de los padres, de las personas cercanas, del psiquiatra y/o psicólogo. Unos y otros ponen serenidad, sensatez, sentido común… madurez es saber dar a lo que sentimos y nos ocurre la importancia que realmente tiene. Eso es lo que necesita un opositor, una persona equilibrada y madura que le ayude a superar esos baches normales que son exigencias del guión.
Dice Unamuno en su Diario íntimo: “No darse por vencido ni aun vencido, no darse por esclavo ni aun esclavo”. El camino más exigente lleva a la meta más valiosa.
Abstract Preparing a competitive examination to get a public-sector job is a labour of psychological craftsmanship. It requires as well the ability of joining hopes and instrumental intelligence. Each of them has its own territory. Happiness consists of hopes, well grounded hopes; living the present imbued with an open future, open in a way that allows us to keep on working without expecting an immediate result, that is, the ability of postponing the reward. Coming to terms with the fact that results will come later is typical of people with great psychological strength. We go through life thinking about what tomorrow will bring which means we live in the future and we project ourselves onto what is still to come. Being hopeful means being alive and kicking. |