ENSXXI Nº 44
JULIO - AGOSTO 2012
JAVIER MANRIQUE PLAZA
Notario de Jerez de la Frontera (Cádiz)
jmp@javiermanrique.es
Desde el breve mandato del Presidente Guerrero, se nos viene informando públicamente de la implantación de una aplicación de gestión notarial, desarrollada por ANCERT y denominada AGN.
Lo primero que llama poderosamente la atención es la absoluta falta de información sobre el particular; se publicita en cartas del Presidente, primero y luego del Consejero-Delegado, anunciando que se va a poner en producción un programa unificado que va a ser la panacea. Lo curioso, es que no tenemos la más mínima idea de en que va a consistir el programa, que prestaciones va a tener, cual son los sistemas y procedimientos en base a los cuales se desarrolla, si va a permitir aprovechar los datos de programas anteriores y un largo etcétera que podría ser interminable. Tampoco sabemos cuanto cuesta su desarrollo, ni cuanto va a costar a cada notario que lo adquiera (pues supongo será voluntario) y lo curioso es que aseguran que ya hay un número considerable de Notarios apuntados, cuya fe debe ser ciega pues es resulta admirable que alguien se apunte a comprar un producto sin saber su precio ni sus prestaciones.
Al parecer, el Ministerio de Fomento concedió un crédito de 2.700.000 Euros, de los que 300.000 Euros son a fondo perdido, (o sea una subvención) y el resto a devolver en diez años con dos de carencia de capital y ocho de amortización a interés 0. Aunque las condiciones parezcan muy buenas, no lo son tanto, pues es evidente que a los dos años hay que empezar a devolver el importe del préstamo y ¿quién lo devolverá?: evidentemente ANCERT, S.L, que es el deudor. El problema será si habría sido capaz de recaudar, entonces, la cantidad suficiente para ello, de los notarios que hayan comprado el programa. Si no es así, se verá obligada a cometer una ilegalidad flagrante pues pagará con el dinero de todos, una cantidad que solo corresponde pagar a los que utilizan la aplicación.
"Parece ser, que el programa se basa en un expediente electrónico, tipo fichero, en el que se van rellenando datos (al estilo del NIU) y una vez rellenos todos el propio programa confecciona la escritura sobre la base de unas plantillas de documentos previamente cargadas"
Pero hay otras incertidumbres, no menos importantes, como el mantenimiento y desarrollo del propio programa y la individualización de los gastos y recursos destinados a ellos. Sorprende, igualmente, mucho que después de algún intento anterior de programa unificado, que cosechó un sonoro y evidente fracaso, se vuelva a las andadas de lo mismo sin necesidad alguna.
Por las noticias que se disponen, parece ser, que el programa se basa en un expediente electrónico, tipo fichero, en el que se van rellenando datos (al estilo del NIU) y una vez rellenos todos el propio programa confecciona la escritura sobre la base de unas plantillas de documentos previamente cargadas. Francamente, me preocupa el sistema pues entiendo que debía ser justo al revés el Notario: es y debe ser el redactor del documento y de este es de donde deben extraerse los datos para otras aplicaciones o utilidades; lo cual es además muy fácil con los modernos sistemas inteligentes de búsqueda full text, o los sistemas automáticos de traspaso de datos desde textos previos. Si este sistema se generaliza incurriremos en graves peligros, no solo, por la estandarización de los documentos, sino porque, los diseñadores de la informática controlarían el modo y forma en el que deben hacerse los documentos perdiendo los Notarios, parcialmente, el control de los mismos. Ya dijo en los años 60 de forma clarividente, el notable Notario de Córdoba, Don Vicente Flórez de Quiñones y Tomé, que el día en que los Notarios nos dedicáramos a rellenar impresos o plantillas se perdería la función (y sus palabras fueron premonitorias con los protestos, que no hace falta recordar que acabamos perdiendo casi toda la competencia en ellos ...).
La impresión que da es que ANCERT, S.L es una superestructura que intenta crecer y multiplicarse y controlar todo y entre sus principales obstáculos están los propios Notarios, sus programas y las empresas de informática. Hoy no son tiempos de programas únicos, que casi con toda seguridad serán mas caros y peores que los que el mercado nos oferte en cada momento; se trata simplemente de unificar los parámetros que deben cumplir los datos que deben suministrarse a nuestros servicios informáticos corporativos para los índices y otras aplicaciones y que cada uno cumpla sus obligaciones como estime oportuno y conveniente.
"Lo que toca ahora es tener eficiencia, abaratar costes, afrontar las realidades con las que nos hemos topado y dejarnos de aventuras informáticas"
Esta subrepticia imposición de un programa único que se intenta disfrazar con unas supuestas ventajas de coste y eficacia, -que creo no se cumplirán-, no me cabe duda que es hija de unos pretéritos y tristes ochos años en los que se ha intentado imponer un pensamiento único en el Notariado; insisto, en que no están los tiempos para unificaciones impuestas, ni de pensamiento, ni de programas; lo que toca ahora es tener eficiencia, abaratar costes, afrontar las realidades con las que nos hemos topado y dejarnos de aventuras informáticas que nos pueden costar mucho dinero (más incluso de lo que nos ha costado hasta ahora). Sabemos que los de siempre nos tacharán de retrógrados, de inmovilistas, de aferrados al pasado; pero, es justamente todo lo contrario, creemos firmemente en el progreso y en la modernidad, pero también, en la libertad de cada uno para ordenar su casa y su hacienda como estime más conveniente cumpliendo los parámetros cibernéticos que la sociedad nos demanda o exija; y esto se consigue con ideas claras y organizadas y con una dirección con personalidad, sentido común y apoyo; vamos de una vez, a intentar dejar nuestro devenir en manos de sociedades limitadas, equipos o gabinetes autosuficientes; nuestra corporación tiene que estar dirigida solo y exclusivamente por los propios Notarios, cuerpo que está afortunadamente lleno de mentes preclaras que pueden llevarnos donde nos corresponde (auxiliándose, por profesionales o equipos especializados en las materias que sean necesarias), pero sin abandonar nunca ni el timón, ni el rumbo, ni el puente de mando de la nave.
Abstract The present article expresses doubts about the usefulness of the unified management program for notary's offices. Besides, this program is apparently based on a file system which, once filled out, generates a document from predefined templates: an attack on the role of the notary as editor of the document. This is not the most suitable moment either to undertake new projects which have an uncertain cost and may represent an attack on the freedom of notary's offices to determine their internal organization and their costs. |