Una cláusula que escandaliza

Los ciudadanos ibicencos no salían de su asombro cuando el pasado 10 de enero el DIARIO DE IBIZA abre a cuatro columnas con la noticia de una amenaza bancaria contra el notario de Formentera. En su interior, a toda plana, se leía.

EL NOTARIO DEL SIGLO XXI pidió al notario amenazado la cláusula en cuestión que reproducimos a continuación.

Yo, el Notario, informo expresamente a la parte prestataria en relación con la Estipulación * sobre intereses de demora, de los siguientes extremos:

Notario bizarro

Así hay que calificar al notario de Formentera, Javier González Granado que, contra viento y marea ha decidido hacer constar en todos los créditos hipotecarios o personales que se firman en su notaría que los intereses moratorios que imponen los bancos que oscilan entre el 20 y el 29% son abusivos y similares a otros que han sido declarado judicialmente nulos. Con ello pretende informar al consumidor y facilitar su acceso a los Tribunales para impugnar esa cláusula con la grave consecuencia de que el Tribunal, según Jurisprudencia sentada, no podrá moderar el interés pactado sino solo anular la cláusula, tenerla por no puesta, dejando al préstamo sin interés de demora.
De nada han servido las presiones bancarias y la amenaza de prescindir de sus servicios. El gallardo y valiente notario mantiene su postura en defensa de la parte más vulnerable del contrato y de la regularidad material del negocio instrumentado. La Asociación de Vecinos de la Isla de Formentera ha manifestado su apoyo y aplaude tan valiente y necesaria iniciativa que le gustaría fuese secundada por otros sectores de la sociedad. También Juvenal la aplaude y trascribe por el momento, en un destacado, la cláusula citada  e impulsara en el próximo número su justificación.  

Caso Marbella II

Cariz de un nuevo caso Ballena Blanca tiene la que en Mallorca ha sido calificada de Operación relámpago que ha tenido en la picota durante más de cinco años a dos notarios respetables de Palma, Alberto Herrán y Álvaro Delgado, con detenciones, registros espectaculares de la Policía, de la Fiscalía anticorrupción y de la Agencia Tributaria, titulares escandalosos de prensa y un aparente deshonor que nadie lava ni restaura después. Todo por el terrible delito de haber constituido sociedades con arreglo a la ley que luego alguien utilizó –quién lo puede prever?- para alguna evasión fiscal. ¿Habrá que encarcelar al fabricante del arma que luego alguien disparó contra un tercero?
Cinco años de sinsabores y tortura psíquica, de inquietud y zozobras.... que nadie cuando al final –como en el caso de Marbella ---todo se disuelva en nada como esperamos--- va a compensar.
Venturosamente, aunque solo porque él impulsó su propia comparecencia tras seis años de angustias, Álvaro Delgado ha visto sobreseído su expediente con todos los pronunciamientos favorables..
Pero Alberto Herran todavía sigue con la zozobra de esas brumosas e infundadas imputaciones que a buen seguro se disiparán solas... Menos mal que en este caso –en el de Marbella no se llegó a tanto-- el Colegio de Baleares ha salido en su defensa, lo que le habrá servido de mínimo consuelo... Ojalá esta nota sirva para rebajar su ansiedad.
Y todo para que al final, de la misma forma que el caso Ballena blanca quedó en chanquete, el caso relámpago, con relación a los notarios, se quede en chispa fundida. ¡Qué desazón!

¡¡In Memoriam!!

Juvenal pide un recuerdo para un notario excepcional que acaba de fallecer en Barcelona, José Luis Mezquita del Cacho, rebelde y ortodoxo, exigente y arquetípico, ingenuo y sagaz. Nunca dejó de publicar, en prensa y en revistas jurídicas. Y ahí queda su monumental Seguridad Jurídica Preventiva. Muchas son las llamadas a Juvenal en recuerdo de este prócer notarial. Queden como muestras más insistentes las de Javier Cuevas y Victorio Magariños.

¿Ovación al notario?

En uno de los magníficos reportes que el gran pensador Javier Gomá Lanzón, hijo y hermano de notarios, publica los domingos en EL PAIS Dominical, repetía una anécdota de Fernando Fernán Gómez que en una conferencia expresaba su asombro porque los actores de teatro tuvieran la expectativa de merecer aplausos al final de su actuación, pues no conocía –dijo- ningún caso de, por ejemplo, un notario que, tras estampar su firma al pie de una escritura, se levantara de su poltrona y se inclinara ante los comparecientes esperando recibir de ellos una ovación (cuando si bien se mira, los actores, al igual que los notarios, simplemente están haciendo su trabajo).
La gente quizá no sabe que algunos notarios, en ciertos casos, merecerían más de un aplauso.

“Españolizar” las escrituras extranjeras

Sin admitir referencias a nuestro querido e ilustre amigo Ignacio Wert, estamos con L. Ayala y A. Rodríguez que desde su Dep. Corporate de Bird amp., aconsejan acogerse al voto discrepante de un magistrado en la  famosa y polémica sentencia de 19 de Junio de 2012, que admitía la inscripción de una escritura otorgada ante notario alemán, recordando que no es de presumir en el otorgante extranjero la intención de efectuar la traditio que en su país no existe... Y aconsejan los letrados que, como precaución para garantizar su eficacia en España, conviene “españolizar” los documentos extranjeros, es decir incluir las manifestaciones requeridas por la legislación española. O que en todo caso intervenga para ello un notario español que controle la legalidad española del documento, sugieren muchos a Juvenal.

Sugerencia navarra

De agradecer es la actitud de J. Javier Nagore, notario jubilado de Pamplona que atento como está a la crisis crediticia actual, remite a esta revista, nuestra revista dice (¡gracias!), un estupendo trabajo suyo de 1998 sobre las garantías reales para los negocios de crédito en las Leyes civiles de Navarra en las que hace varias propuestas, entre ellas la de c-venta suspensiva condicionada al impago de la deuda que no entraña pacto comisorio, y otras cautelas que prevé el Fuero Nuevo de Navarra y que tal vez podrían inspirar a nuestros legisladores. A su disposición ponemos el trabajo realizado.

Registrador cazurro

De Almería nos viene el suceso. Eterno y testarudo tema de los poderes.
Un registrador deniega la inscripción si no se le exhibe al notario y éste relaciona, además del subpoder, el poder. El notario recurre a la Dirección General, regida entonces por Mª Ángeles Alcalá. Hasta cinco recursos interpone, ninguno resuelto. Recurre a la calificación sustitutoria, trámite inútil donde los haya, en este caso también. Ya desesperado interpone recurso ante el Juzgado de 1ª Instancia nº 5 de Almería. ¿Qué hace el registrador: no defiende sus porrudas negativas, simplemente se allana a la demanda, y eso sí, solicita que no se le condene en costas, porque no hay  mala fe....
Pero esperen. Vuelto a su registro, el calificador que se allanó sin defender su postura, continúa practicando las mismas calificaciones negativas por el mismo motivo. Incoherencia cerril (solo?) se llama esto.... y postura poco gallarda.

Ordinarieces

Poco elegante parece el incidente que ha aireado la prensa canaria sobre la actuación de los registradores que, según dice el Gobierno Canario, han seguido cobrando por trámites fiscales en las Oficinas Liquidadoras aún después de que el Gobierno las haya recabado la tramitación para su Agencia Tributaria Canaria, a fin de unificar –según dice- todos los hechos imponibles relacionados con cada contribuyente. A Juvenal han llegado cartas quejándose del desdoro y quiebra de imagen que estas gacetillas producen en el colectivo y que los registradores han querido mitigar recordando que su gestión liquidadora es 6,6 veces más eficaz contra el fraude que la llevada a cabo por las oficinas del Gobierno canario.
Tampoco resultan de buen estilo las insistentes y tendenciosas proclamas de la OCU que remite con profusión a sus socios modelos y consejos, pero no contra la banca,  los intereses moratorios, las comisiones y gabelas de  las gestorías bancarias etc... sino contra notarios y registradores con relación a las diferencias de interpretación de la norma arancelaria sobre cancelaciones durante un pequeño periodo, dudas que el propio legislador ha tenido que haber sufrido cuando ha considerado conveniente dictar normas aclaratorias...  O si los crecientes correveydiles en la prensa sobre si cobran o no  los registradores en los casos de situaciones especiales conforme a la legislación hipotecaria.
Por favor dejen esas tristes ordinarieces y entren en el núcleo de los problemas sociales.

Deslizamiento hacia un Derecho Registral total

No hace mucho un representante de alto nivel de los registradores proclamaba en un medio público cómo el Registro asigna con carácter oficial las titulaciones reales, prevaleciendo los efectos erga omnes sobre los pactos inter partes, concluyendo que el Tribunal Supremo antepone el valor constitucional de la seguridad jurídica general basada en la buena fe, a los avatares particulares....(¡¡)
Ahora una Dirección General, tomada por registradores bajo el manto protector del Presidente del Gobierno, propone un Anteproyecto de Ley de Registración Total que potencia y trata de legalizar esa tendencia doctrinal creada por los propios registradores en su interés, llena de sofismas y deformaciones de nuestro sistema jurídico. Juvenal no cesa de recibir cartas denunciando tanta confusión interesada:  Por favor, el registro no asigna los derechos, que se crean y nacen fuera y al margen de él; los crean los particulares, la sociedad civil, no el Estado por medio de los registradores. Ni el español es un Estado totalitario sino un Estado social y democrático de Derecho (art. 1 CE), ni nuestro sistema político-social es totalitario o de registro y control total, ni el valor fundamental del ordenamiento jurídico constitucional es la seguridad del tráfico sino la libertad y la justicia (art. 1 CE), ni prima la inscripción sobre la causa de los contratos, ni el artículo 32 de la Ley Hipotecaria –no lo olviden- deja de ser una excepción (de interpretación restrictiva), porque la regla básica del sistema que parece olvidar esta nueva escuela de hipotecaristas interesados es el artículo 33 que no atribuye precisamente a la inscripción valor convalidante sino puramente informativo o publicitario.
Ese gran Preámbulo o Declaración Programática de la Escuela Registral ARBO que concede al registro el monopolio de la juricidad, al registrador el bastón de mando del sistema jurídico total, a la inscripción lo que el Derecho atribuye a la voluntad del hombre y al sistema lo que corresponde a la libertad, está distorsionando el sistema social, la Constitución y hasta los principios básicos de la civilización occidental que se desarrolló en base al valor individual de la persona y no en torno a principios colectivistas o de control totalitario. No se trata de detalles. Hay sobre todo algo programático que atufa a corporativismo registral y rechina con los principios esenciales de nuestra convivencia, de nuestra civilización y de nuestro sistema jurídico

Inspección laboral en el Índice

También la Inspección de Trabajo ha solicitado –y obtenido lógicamente- acceso al Índice Único para luchar contra el empleo irregular y el fraude laboral. Magnífico. Justificadas están las alabanzas del Ministro para la colaboración notarial contra el blanqueo. Entretanto los demás obligados reducen sus denuncias. Los Casinos, todos ellos, en un año, solo encontraron motivos para denunciar dos casos.

¡¡In memoriam!!

Y un recuerdo entrañable también para el notario de Huelva Miguel Ferré Moltó recientemente fallecido, que ha dejado tras sí una estela de persona vitalista y un ejemplo de entereza y profesionalidad reconocida, a cuya memoria el municipio onubense ha dedicado una calle de la ciudad. Estos notarios ejemplares son los que crean e incrementan el acerbo de prestigio y rigor de la institución notarial. Enhorabuena a todos ellos, merecedores de un homenaje colectivo.

Twitter nocivo

Amplia difusión estaba tomando en Twitter  la noticia que Arsenio Escolar, director de 20 minutos, daba en este medio sobre los registradores cuyo título El Gobierno cede “negocios” y tasas a los registradores tiene tanta intencionalidad como inexactitudes. La noticia se refiere, no es necesario decirlo, a la Ley de Costas y a la de Reforma Integral de los registros y todo se traduce en tasas y cobros por trámites civiles,  y vueltas y vueltas con las percepciones del cuerpo registral. Lo malo, comentan a Juvenal, es que al final meten en el albondigón a los notarios,  que rechazan la Ley, que nunca han pedido autorizar matrimonios y que si deben hacerlo lo tendrán que hacer por dos gordas y en sábados, fiestas y puentes… Pero quedan en el cotarro de favorecidos por una Ley que rechazan de plano. ¡Qué paradoja!
Por favor el notario no puede ni debe ser pantalla de otros ni tiene por qué parar los golpes que deben ir dirigidos en la dirección correcta.