ENSXXI Nº 48
MARZO - ABRIL 2013
Estimados compañeros:
Hace ya tres meses que la actual Junta Directiva de nuestro Colegio tomó posesión de sus cargos. Han sido sus primeras tareas la toma de contacto de sus nuevos miembros con el entorno colegial y con las cuestiones pendientes. De inmediato se han sumado a ellas el gran reto de la denuncia del alocado borrador de anteproyecto de ley de reforma integral de los registros que constituye, sin duda alguna, el mayor ataque al sentido común que se ha visto en los últimos ciento cincuenta años de vigencia de las leyes que enmarcan la seguridad jurídica preventiva en España.
Pero la urgencia de acometer estos temas no ha de hacernos olvidar ni el cumplimiento fiel de las ideas y proyectos contenidos en nuestro programa ni, sobre todo, el espíritu que ha de acompañar a este cumplimiento.
En nuestro programa hemos pretendido lanzar un mensaje de renovación y actualización de lo que consideramos la esencia de nuestra función. Pero ese mensaje perderá todo su ímpetu si el estilo con el que se promueve se aleja de lo que siempre ha caracterizado al Notariado.
La claridad y la sobriedad nos han acompañado siempre y así ha de seguir. Son los mejores exponentes de la verdad y nunca han estado reñidos con la energía y la firmeza en la promoción de nuestras ideas que han de ser así propuestas, nunca impuestas.
Una permanente actitud de inquietud por mejorar y de interés y apertura hacia todo lo que razonablemente pueda redundar en beneficio de las paz social y la justicia han de constituir otro de los pilares de nuestra actuación.
¡Y la unidad! Unidad de acción no entendida como seguimiento ciego e irreflexivo de las directrices impuestas por quienes en cada momento asuman los deberes de dirección. Ese no es el camino. La unidad ha de ser la consecuencia de un proceso de discernimiento conjunto surgido del diálogo y el debate y basado en la confianza mutua entre quienes están llamados a adoptar las tomas de postura y la dirección del colectivo.
Y es éste el espíritu al que hemos de aspirar y desde él queremos enfocar, para olvidar, nuestro pasado más reciente. No es realista negar los enfrentamientos habidos en los últimos años. Pero su superación es la mejor muestra de inteligencia que el Notariado puede ofrecer. Abandonemos la senda de la imposición, de la descalificación, de la envidia y del rencor. Son atributos que han de ser considerados ajenos a nuestro estilo. Empleemos nuestro tiempo en trabajar mejorando el contenido y la imagen de nuestra función. A esta tarea estamos todos invitados y hemos de contribuir con nuestro mejor esfuerzo.
José Manuel García Collantes.
Decano del Colegio Notarial de Madrid