Se transcribe por su interés, el editorial de la revista de la Federación Estatal de Asociaciones Profesionales de Empleados de Notarías (FEAPEN).
"La solución a la crisis de los Registros no es la creación de un monopolio de explotación comercial de los Registros Civiles y Administrativos. El anteproyecto de Ley de Reforma integral de los Registros, que tan hábilmente ha sido filtrado a los medios de comunicación y colgado en foros de Internet.
Un estado de Derecho debe ser hábil para moverse al ritmo de las circunstancias y adecuar sus estructuras a los cambios que demanda la sociedad permanentemente.
No se han limitado a efectuar una mejor regulación de los Registros de la Propiedad y Mercantiles, sino que entra a saco en la modificación del Registro Civil, del Código Civil, del Código de Comercio, de la Ley Hipotecaria, de la Ley 24/2001 (justificación de la representación), de la Ley 20/2005 (registro de seguros), de la Ley de Fundaciones, de la Ley de Enjuiciamiento Civil, creando con todo ello un caldo de cultivo donde se cuecen intereses personales.
No es el mejor sistema de legislar, desde luego. Ni la argamasa legislativa que se produce por esta Ley aclara ni beneficia a nadie, ni produce una merma de gastos al erario público. ¿Qué va a pasar con los funcionarios a costa del Estado que dejarán de tener funciones? Se tendrán que recolocar en otros sitios, en trabajos que desconocen como es lógico, manteniendo sus salarios, mientras otros funcionarios, estos de arancel, percibirán grandes ingresos por lo que antes era gratis.
Además, los Registradores pretenden hacerse con actuación como el registro de poderes personales, cuando la idea partió del notariado y la puso en marcha, funcionando perfectamente y con gran aceptación por los ciudadanos, siendo declarada ilegal por una Sentencia a instancia de ellos.
Creemos que uno de los reguladores más afectado, jurídica y personalmente por la futura Ley, es el cuerpo de notarios, inmovilista por naturaleza, que tiene ahora una gran oportunidad para poder explicar a la ciudadanía su misión y costes. El nuevo Presidente del Consejo General del Notariado tiene que salir en defensa a ultranza del cuerpo que preside. El Notariado no debe callar ahora. Si hacen esto, nosotros, los Empleados de las Oficinas Públicas llamadas Notarías, estaremos con ellos, mano a mano, defendiendo al Notariado, como en tantas y tantas ocasiones hemos hecho, olvidando los distintos criterios laborales que tenemos ambos".