ENSXXI Nº 50
JULIO - AGOSTO 2013
MATILDE CUENA CASAS
Profesora Titular de Derecho Civil de la Universidad Complutense
OTRAS INFORMACIONES
El excesivo endeudamiento de particulares y empresas constituye en España un problema de primera magnitud, que supera con creces el nivel de deuda pública. Bloqueado el consumo privado será difícil la reactivación económica, continuando el cierre de empresas con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo.
Al margen del necesario tratamiento paliativo de la insolvencia de los particulares, es imprescindible introducir cambios legales dirigidos la prevención del sobreendeudamiento privado, que constituye una de las causas de la crisis financiera actual, para lo cual es necesario garantizar el cumplimiento por las entidades financieras de su deber de conceder crédito de forma responsable, previa la evaluación real de la solvencia del deudor.
"Bloqueado el consumo privado será difícil la reactivación económica, continuando el cierre de empresas con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo"
Por más que tal obligación se recoja en numerosos textos legales, sólo podrá ser cumplida con eficacia si, entre otras medidas, se permite a las entidades financieras acceder a información financiera fiable de los particulares basada no sólo en la entidad del patrimonio del deudor, sino también en su comportamiento crediticio, que resulta de ficheros positivos de solvencia.
En la actualidad, la información financiera del deudor es limitada e insegura pues procede de la que le brinda el propio cliente, de la proporcionada por la Central de información de riesgos del Banco de España que tiene un ámbito objetivo limitado y de los ficheros de solvencia negativos, aquellos que publican el perfil desfavorable del deudor, las incidencias de pago, para cuya inclusión no es preciso en consentimiento del deudor según nuestra legislación en materia de protección de datos personales.
Por el contrario, en España, a diferencia de otros países tienen un aplicación limitada, subordinada al consentimiento del deudor, los ficheros de solvencia positivos, aquellos que incluyen operaciones crediticias que nunca se han incumplido y se han satisfecho en los términos pactados. Es decir, los que contienen esa información que normalmente tiene “nuestro banco” y que pone de relieve el “comportamiento del deudor”, decisivo para valorar el riesgo crediticio, que no debería sustentarse solo en la capacidad económica, ya que ello supondría robar a la sociedad la aportación de “los capaces pero pobres”. Como ha puesto de relieve Margaret Miller: “La mejor predicción del comportamiento futuro es el comportamiento pasado”.
Los beneficios de compartir información crediticia positiva no son desdeñables. Disminuyen la probabilidad de selección adversa (distinguir entre buenos y malos pagadores) y permite adecuar el coste crediticio a la prima de riesgo. La falta de información financiera fiable (información asimétrica) provoca que los prestamistas corran el riesgo de contratar con malos pagadores, riesgo que propagarán al resto de clientes incrementando el coste crediticio a todos. Por el contrario, si los bancos comparten información sobre el comportamiento de pago de los potenciales deudores, podrán tratarlos como si fueran sus propios clientes, reduciéndose la tasa de morosidad y los tipos de interés. Si sólo un banco conoce el buen historial de pagos de un cliente, los otros no podrán ofrecerle crédito en las mismas o mejores condiciones. Compartir información, por tanto, producirá una competencia más fuerte en el mercado del crédito y un descenso general de los tipos de interés.
"Nuestra legislación en materia de protección de datos personales impone una serie de restricciones en esta materia que serán analizados en el I Congreso Internacional sobre “Préstamo responsable y ficheros de solvencia” que se celebrará en Madrid los días 19 y 20 de septiembre"
Nuestra legislación en materia de protección de datos personales impone una serie de restricciones en esta materia que serán analizados en el I Congreso Internacional sobre “Préstamo responsable y ficheros de solvencia” que se celebrará en Madrid los días 19 y 20 de septiembre, cuyo objetivo es realizar propuestas que conjuguen el respeto a la “intimidad financiera” con la mejora de la regulación del mercado crediticio, de indudable interés general e imprescindible para la deseable recuperación económica.