ENSXXI Nº 58
NOVIEMBRE - DICIEMBRE 2014
- Detalles
- Escrito por José Corral
- Categoría: Revista 58 , Sección Corporativa
JOSÉ CORRAL
Decano Colegio Notarial de Cantabria
Es tiempo de reformas, tiempo de mirar al futuro y determinar qué instituciones, mediante qué instrumentos y con base en qué principios podrán satisfacer el interés público y las necesidades de los ciudadanos en la economía y sociedad del siglo XXI.
Surge una oportunidad para que los notarios expongamos a la sociedad cuál es la propuesta que queremos ofrecer sobre la justicia preventiva de nuestro país para las próximas décadas. Somos tres mil notarios.
Y nuestra propuesta no tiene mejor modo de conformación y de expresión que la celebración de un congreso en el que los notarios podamos debatir acerca de la función notarial y sus beneficios para los ciudadanos del siglo XXI. La función notarial concebida como instrumento de seguridad jurídica al servicio del ciudadano, y especialmente (en virtud del asesoramiento institucional preventivo del notario) en defensa de la parte contractual más débil, puede prestar un gran servicio en los nuevos tiempos que vienen.
Resulta clara la necesidad de formular una propuesta de función notarial para este siglo, en relación no sólo con las nuevas tecnologías, (materia en la cual el notariado ha ejercicio un evidente liderazgo en los últimos años) sino también con otras materias igualmente importantes, como el derecho de los consumidores, el derecho internacional privado, la colaboración con las administraciones públicas y la integración de funciones en relación con los registros públicos de la propiedad y mercantiles.
Somos una corporación de derecho público, y quizá con rasgos singulares que nos diferencian del resto de colegios profesionales, pues en la nuestra la función pública, el carácter de funcionario público del notario, tiñe nuestros colegios y nuestro consejo general de un color primario de búsqueda del interés general, el servicio público y la justicia.
"Surge una oportunidad para que los notarios expongamos a la sociedad cuál es la propuesta que queremos ofrecer sobre la justicia preventiva de nuestro país para las próximas décadas. Somos tres mil notarios"
Por ello, tenemos un mandato no escrito tanto de ofrecer soluciones normativas que busquen alcanzar dichos fines como de dotarnos de una organización corporativa que permita alcanzar la mayor eficacia y robustez en la defensa de esas reformas.
Un congreso notarial abierto a todos resulta un lugar adecuado para reflexionar sobre qué sistema de organización y representación puede suponer una mayor eficacia en la explicación, promoción y defensa de nuestra función.
El notariado no se entiende sin los colegios notariales. Son parte esencial de nuestra historia y lo serán de nuestro futuro. Toda reforma corporativa debe tener como una de sus bases esenciales el respeto a la autonomía e importancia de nuestros colegios notariales.
Pero eso no debe ser obstáculo o excusa de demora sino más bien acicate, para profundizar en los debates sobre un cambio de sistema de representación corporativa.
El sistema actual es legal, legítimo y democrático, pero pueden existir otros que sean igualmente legítimos y democráticos, además de conseguir una mayor eficacia en la defensa de nuestra profesión y un incremento de la participación democrática de los notarios en el proceso de elección mediante el voto directo.
La elección de Presidente de Consejo General del Notariado no puede seguir reduciéndose a un traslado del acuerdo que se adopte en las votaciones del Consejo mediante las explicaciones de cada Decano a sus colegiados, sino que, en mi opinión, procede dar a los más de 3.000 notarios la oportunidad de intervenir directamente.
Como he expuesto en reiteradas ocasiones tanto en mi colegio como en el pleno del Consejo, soy firme convencido del sistema de elección directa, pero entiendo que un cambio de sistema de tal naturaleza no puede adoptarse en base a la decisión, positiva o negativa, de una mayoría de decanos (sean 9,12, ó 17) sino que los decanos deben limitarse a dar la voz y el voto a todos los notarios mediante la votación en cada Colegio, presencial o con voto electrónico.
Claro que esto es sólo una opinión, la mía, con el mismo valor que la de cualquiera de los otros 3.000 notarios. Por eso es bueno que en el congreso podamos todos debatir y exponer nuestras opiniones y de esta manera, pulsar o conocer la opinión del notariado.
Es igualmente necesario aprovechar la celebración del congreso para hablar de temas más internos de nuestra profesión, pero que nos preocupan de la misma forma, por la trascendencia de sus consecuencias para con nuestra profesión. Me refiero a cuestiones como la competencia y la actualización del régimen disciplinario.
"Tenemos un mandato no escrito tanto de ofrecer soluciones normativas que busquen alcanzar dichos fines como de dotarnos de una organización corporativa que permita alcanzar la mayor eficacia y robustez en la defensa de esas reformas"
Un congreso abierto, con participación directa de todos los que quieran asistir o colaborar, donde se traten temas que de verdad nos interesan y articulado con nuevos procedimientos que provoquen el interés del notario de base en asistir beneficiará no sólo a los notarios sino la sociedad, destinataria de las conclusiones de ese congreso.
El éxito de participación de las Jornadas de Málaga, con más de 200 asistentes; su canalización, ante el rechazo del Consejo, en forma de celebración de un Simposio Notarial; los distintos comunicados que los notarios recibimos de distintas asociaciones o colectivos notariales y la jornada notarial de Sant Benet, con elevado número de asistentes y destacados ponentes, transforman la obligación natural del Consejo de convocar un congreso en un precepto esencial de su mandato.
No resulta muy fácil concluir que algo se está moviendo, y lo que se está moviendo es el deseo de muchos notarios de expresar su opinión. El instrumento o cauce natural de expresión de esa voluntad no puede ser otro que el de la celebración de un congreso notarial. No miremos para otro lado ni dilatemos los tiempos porque acabaremos por pagar finalmente intereses de demora.
El Simposio Notarial ha comenzado ya sus trabajos, con presencia de muchos notarios con distintas opiniones y sensibilidades cuyo interés común es debatir sobre las cuestiones y temas de interés para nuestra profesión.
Aprovechemos esos trabajos y convoquemos ya un congreso notarial.