El Simposio notarial celebrado en Madrid durante el pasado mes de mayo constituyó una magnífica oportunidad para comprobar públicamente una vez más que los notarios españoles siguen generando ideas de enorme potencialidad social, tanto desde el punto de vista tecnológico como para la protección de consumidores y usuarios. En este número dedicamos dos artículos a analizar algunas de las propuestas más interesantes.
Desde el punto de vista tecnológico se defendió con brillantez la idea de la llamada doble matriz. Con ella se trata de compatibilizar de manera idónea la presencia notarial en el momento del otorgamiento (que garantiza la prestación de un consentimiento informado), con las nuevas posibilidades tecnológicas, especialmente en relación a la circulación y/o acceso telemático al documento en beneficio de los particulares. Todo ello con la consiguiente ganancia de celeridad y ahorro que tal cosa implicaría para el tráfico en su conjunto. Desde el punto de vista del ejercicio de la función y de la protección de los consumidores se barajaron toda una serie de propuestas tendentes a extender la intervención notarial a fases tempranas de la contratación y a establecer mecanismos corporativos eficaces que le ayuden en su tarea. Es imprescindible que el Notariado español articule institucionalmente estas propuestas y otras semejantes con prontitud. Los cambios tecnológicos y sociales se suceden a tal velocidad que sería una tragedia perder la oportunidad de proporcionar a la sociedad española soluciones eficaces en beneficio de otras menos convenientes pero que han sabido insinuarse en el momento oportuno. El Notariado no tiene tiempo que perder.