ENSXXI Nº 69
SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2016
Convenio entre el Gobierno vasco y la Fundación SIGNUM para la derivación a mediación en el Juzgado de 1ª instancia número 2 de San Sebastián
ARBITRAJE Y MEDIACIÓN
En la firma del Convenio, que tuvo lugar el 29 de julio de 2016, el representante de la Fundación SIGNUM, el mediador, notario y patrono Fernando Rodríguez Prieto, explicó las razones que hacían necesarias políticas públicas de apoyo, como la que supone este proyecto, para difundir la mediación.
La mediación tiene grandes ventajas sobre la vía judicial pura, por la mayor rapidez y economía en la resolución de de conflictos, por permitir resolverlos de raíz, y no sólo afrontar sus manifestaciones puntuales, y por conseguir soluciones acordadas que pueden ser mucho más satisfactorias para todas las partes que las puramente legales, y con un grado de cumplimiento mucho mayor que el de las sentencias.
Sin embargo, a pesar de esas ventajas, de los altos porcentajes de soluciones acordadas que consigue y del alto grado de satisfacción de sus usuarios, lo cierto es que en todos los países en sus fases iniciales arraiga con excesiva lentitud si no hay ayudas públicas como ésta. Esto es así por la dificultad de comprender la figura, incluso por parte de los operadores jurídicos si no es a través de experiencias directas que es preciso promover.
Esta dificultad radica en el gran cambio que la mediación supone respecto de la forma habitual de reaccionar frente a los conflictos. Éstos deforman nuestra visión de la realidad al simplificarla para salvar sólo de ella lo que apoya nuestra posición en la disputa, nos hace sentimos amenazados y víctimas, y desatan nuestra hostilidad y la demonización del contrario y sus intenciones en la escalada del conflicto. Por eso difieren tanto, por ejemplo, las versiones de los ex cónyuges, parientes, vecinos o socios peleados. Y se generan barreras que imposibilitan las soluciones convenidas.
La función del mediador es superar y ampliar esa visión tan estrecha y estereotipada de cada parte para hacer posible una mejor comprensión del contrario y sus necesidades. Para así lograr un diálogo mucho más fructífero que permita llegar a entendimientos y acuerdos.
Se trata de una labor muy difícil que exige práctica y muy buena formación en habilidades del mediador. Y su extensión permite avanzar hacia una sociedad más madura e independiente del poder para resolver sus disputas y, con ello, más pacífica, próspera e integrada. Por ello, concluyó el notario y mediador, la iniciativa de impulso y difusión de la mediación a través de derivaciones desde Juzgado número dos debe ser aplaudida por toda la sociedad.