ENSXXI Nº 79
MAYO - JUNIO 2018
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La maravilla de los abuelos
Sociólogo
Los pilares sobre los cuales se asienta el sistema social y político estadounidense son cuatro: la persona, la propiedad, la libertad y la familia. En España quizá no aparezcan las cosas tan claras pero una de ellas sí: la familia, la institución social mejor valorada por todos y aquel lugar que nos vertebra y donde casi todos nos sentimos plenamente satisfechos (nueve de cada diez españoles así lo considera, cincuenta puntos más que el nivel de satisfacción mostrado con el trabajo, por ejemplo)1 .
Se podría afirmar sin yerro que la familia es el “sustento y complemento vital” más importante en la mayoría de los hogares españoles pues seis de cada diez (el 61,8%) piensa, en este sentido, que el cuidado de los niños en edad preescolar debería ser proporcionado por la familia frente a quienes opinan (el 29,4%) que habría de ser algún centro público como guarderías o escuelas infantiles del Estado, ayuntamiento o comunidad autónoma; no obstante, el 48,1% de los españoles cree que dichos cuidados, aunque los facilitara la familia, deberían contar con financiación pública2. También para una gran mayoría de españoles (el 67,6%) sería deseable que el sector público participase en la provisión de recursos para el otro segmento más vulnerable de la población, los mayores, que suelen necesitar auxilio en su vida diaria para hacer la compra, limpiar su casa, realizar la colada… Incluso para los jóvenes la familia constituye un soporte fundamental de protección y seguridad por el tiempo y dedicación empleada en atender sus necesidades. Esta función familiar es crucial especialmente en los períodos de dificultad como el actual, caracterizado por el paro y la precariedad salarial, más aún cuando la Administración española destina en los últimos años menos presupuesto (gasto directo) que otros países europeos a servicios familiares3 y las vidas laboral y familiar se advierten irreconciliables.
En este contexto socioeconómico ha cobrado una radical importancia en el seno de las familias españolas el papel de los abuelos y abuelas tanto desde el punto de vista cuantitativo -uno de cuatro españoles (el 25,1%) convive en su hogar con algún familiar mayor de 65 años4- como desde la perspectiva de su contribución a la sociedad y a la familia. Los españoles consideran que la mayor contribución que realizan los abuelos y abuelas a la sociedad es más bien económica mientras que su aportación a la propia familia se traduce, sobre todo, en cariño y apoyo emocional, especialmente cuando se convierten en el nexo que une a todos los miembros de la familia, manteniéndola unida.
En este sentido, y desde el punto de vista económico, ya en 2007 el 70% de las mujeres mayores de 65 años había cuidado de sus nietos y los cuidaba entonces; y del 22% de las mujeres que los cuidaba entonces, casi la mitad lo hacía a diario, como si se tratara de un trabajo fijo5. Asimismo, las madres trabajadoras certifican que sin la ayuda de las abuelas no podrían trabajar, valorando más la ayuda de la madre que la del marido para conciliar. Las mujeres que trabajan reciben una remuneración (salario) pero sus horarios no son compatibles con la crianza y educación de los hijos. El 33% de las madres entra a trabajar antes de que abra el colegio y el 59% aún no ha acabado cuando el colegio cierra. Cuando eso ocurre, una multitud de abuelas (generalmente maternas) suple con amor la escasez de ayudas institucionales con las que cuentan las nuevas familias: el 22% de las mujeres mayores de 65 años cuida en la actualidad de sus nietos y de ellas, un 44% lo hace a diario y un 30% varias veces a la semana.
Las abuelas y abuelos de hoy se caracterizan por disponer de una mayor independencia económica que antaño pero no puede desarrollar del todo una vida propia porque han de hacerse cargo de sus nietos en mayor o menor medida. Las principales dificultades que encuentran las madres insertas en el mercado laboral para compatibilizar familia y empleo son, de mayor a menor frecuencia, las imprevistas enfermedades de los hijos (el 36%), la falta de coordinación de los horarios laborales y escolares (23,6%) y las vacaciones de los niños (20,8%). Pues bien, cuando los niños amanecen con fiebre son las abuelas (en el 49% de los casos) quienes se ocupan de ellos; cuando están de vacaciones escolares y sus padres trabajan, son los abuelos los que se hacen cargo (el 53%); y de nuevo son los abuelos quienes llevan al niño a la guardería (el 18%) y quienes lo recogen (el 25%). Por ello una de cada cuatro madres que trabaja (el 26,7%) reconoce que es la labor de estas abuelas lo que más las ayuda, por encima del marido o pareja (el 24,7%). Antes cuando no estaba la madre, estaba la abuela pero ahora cuando no está la abuela, la madre tiene que estar, es decir, tiene que faltar a su trabajo (así lo hace el 14% de las madres frente al 4,7% de los maridos) o se llevan a sus hijos con ellas al trabajo (el 6,8%). Incluso en los períodos vacacionales cuando falta el colchón granparental la familia tiene que elegir a menudo las vacaciones por turnos (separados). Por último, algunas mujeres deciden tener menos hijos de los deseados porque la abuela está lejos de su casa6. En este sentido, los jóvenes reconocen el papel capital de las relaciones de solidaridad en la familia “por su papel crucial en los procesos de educación infantil y juvenil, así como por su misión fundamental como facilitadora de oportunidades para la inserción en el mercado laboral, la emancipación, la conciliación de la vida laboral y familiar -por ejemplo, a través del cuidado de los abuelos a los niños mientras los jóvenes padres trabajan o buscan empleo-”7.
Ahora, ¿cuántos españoles tienen o han tenido relación con sus abuelos o bisabuelos, con sus nietos o bisnietos? Respecto de los abuelos y bisabuelos, el 27,9% tiene relación con sus nietos y el 3,2% con sus bisnietos; respecto de los nietos y bisnietos, el 24,4% tienen relación con sus abuelos y el 1,1% con sus bisabuelos. En este sentido, el 61,2% de los españoles ha tenido en algún momento relación con sus abuelos y el 11,8% con sus bisabuelos, aunque en la actualidad ya no la mantengan, entre otros motivos porque ya no estén. Por el contrario, el 11,3% de los españoles no ha tenido nunca relación con sus abuelos (el 81,5% en el caso de los bisabuelos), porque no los ha conocido.
En su caso, ¿cómo es esta relación? Respecto de la calidad de las relaciones entre abuelos y nietos, los españoles expresan que son las menos satisfactorias de todas. Entre las relaciones que se dan entre los distintos miembros de la familia las más satisfactorias son aquellas entre primos (lo son para el 75,0%) seguidas de relación entre hermanos, tíos y padres e hijos.
¿Por qué las relaciones entre abuelos y nietos presentan un menor nivel de satisfacción? Quizá porque tanto a los abuelos como a los nietos les gustaría disfrutar de más tiempo en común: la realidad muestra la relación es frecuente (el 71% de los nietos está en contacto al menos una vez a la semana y el 40% dos veces8) y variada.
La variable “nivel de estudios” ofrece alguna de las claves. Según el nivel de estudios, cuanto mayor es el nivel académico de los abuelos menor es la relación con sus nietos; sin embargo, a medida que aumenta el nivel de estudios de los nietos aumenta también la frecuencia con la que se reúnen con sus abuelos y procuran reunirse con ellos para celebrar fiestas comunes.
En todo caso, la actividad que comparten o han compartido con más frecuencia quienes han tenido o tienen relación con sus abuelos es reunirse con ellos para celebrar días especiales como Navidad o un cumpleaños (el 90,7% de los españoles así lo afirma), escuchar historias sobre la familia (el 84,0% las ha escuchado de sus abuelos), jugar (el 69,5% lo hace o ha hecho) y pasar temporadas o vivir con ellos (el 66,0%, especialmente en los municipios de 2.001 a 10.000 habitantes, donde el porcentaje sube al 71%). Aun siendo muy importante en la vida familiar la relación y el contacto con los abuelos no lo es en menor medida la ayuda que los mayores prestan a los hogares españoles: el 29,9% reconoce que sus abuelos le ayudan o han ayudado económicamente, el 27,4% con las tareas domésticas (el 29,5% de las mujeres frente al 25,2% de los hombres), el 19,4% con los estudios y el 13,6% con el cuidado de los hijos (el 15,1% de las mujeres frente al 12,0% de los hombres y sobre todo en los núcleos con menor donde el porcentaje alcanza el 18,4%) población con menos de 10.000 habitantes). Por último, el 5,3% de los españoles comparte o ha compartido con sus abuelos un grupo de mensajería (WhatsApp) o red social virtual9.
1 CIS, Familia y género I, 2003 (estudio 2529).
2 CIS, Familia y género II, 2012 (estudio 2942).
3 Aznar y Belmonte, “Las familias como elemento subsidiario del Estado de Bienestar”, Revista de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de Elche, 9, pp. 1-20 (en https://goo.gl/SFpduA), 2013.
4 CIS, barómetro de marzo de 2018.
5 Condiciones de Vida de las Personas Mayores del Imserso, CIS, marzo de 2007.
6 Constanza Tobío, Conciliación o contradicción: cómo hacen las madres trabajadoras, Universidad Carlos III, www.reis.cis.es/REIS/PDF/REIS_097_08.pdf.
7 Observatorio de la Juventud en Iberoamérica, Jóvenes españoles entre dos siglos 1984-2017, Fundación SM, p.115.
8 IPSOS, Frecuencia de contacto con los abuelos, https://es.statista.com/estadisticas/480468/frecuencia-de-contacto-con-los-abuelos-en-espana/, 2014.
9 CIS, estudio 3207, 2018
Palabras clave: Abuelos y abuelas, Familia, Contribución a la sociedad.
Keywords: Grandparents and grandmothers, Family, Contribution to society.
Resumen En el actual contexto socioeconómico cobra una radical importancia en el seno de las familias españolas el papel de los abuelos y abuelas, tanto desde el punto de vista cuantitativo -uno de cuatro españoles (el 25,1%) convive en su hogar con algún familiar mayor de 65 años- como desde la perspectiva de su contribución a la sociedad y a la familia. Los españoles consideran que la mayor contribución que realizan los abuelos y abuelas a la sociedad es más bien económica mientras que su aportación a la propia familia se traduce, sobre todo, en cariño y apoyo emocional, especialmente cuando se convierten en el nexo que une a todos los miembros de la familia, manteniéndola unida. Abstract In the current socio-economic context, the role of grandparents and grandmothers, both from the quantitative point of view-one of four Spaniards (25.1%), lives in their homes with a family member older than 65 years-has a radical importance in the heart of Spanish families. As from the perspective of their contribution to society and to the family. The Spaniards consider that the greatest contribution made by grandparents and grandmothers to society is rather economic while their contribution to the family itself translates, above all, in affection and emotional support, especially when they become the nexus that unites To all members of the family, keeping it together. |