ENSXXI Nº 9
SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2006
SALVADOR TORRES ESCÁMEZ
Notario de Almería
25 Congreso Mundial de la U.I.N.L. Madrid 2007
La génesis. En pocas ocasiones se habrán conmovido tanto las estructuras notariales internacionales como sucedió con la aparición del informe anual “Doing business” del Banco Mundial correspondiente al año 2004 (“Understanding regulation”): el notario –una creación medieval del Papado para procurarle importantes ingresos, que desapareció en Inglaterra con Enrique VIII, pero que continuó pujante en Francia, España e Italia, de donde se extendió como consecuencia de la colonización (p. 27)- constituye un auténtico “cuello de botella” (p. XIX, cuadro 7) que entorpece y encarece la actividad negocial; la intervención notarial se ve como un ejemplo claro de “regulación”, la cual, en líneas generales, se asocia con el desempleo, la corrupción, la menor productividad y la pérdida de inversiones (p. XIV).
Dirigido por una serie de entidades de filiación mayoritariamente norteamericana, liderados por la conocida firma “Baker & McKenzie”, el estudio cuenta con la participación de 1.436 colaboradores de 133 países, fundamentalmente abogados, profesores y banqueros, entre los cuales no se encuentra ni un solo notario.
No mejoraron las cosas en el informe del año 2005 (“Removing obstacles for growth”). Se sigue pensando que los notarios realizan un simple servicio de verificación (como que el capital mínimo ha sido desembolsado, en el Congo, o la autenticidad de las firmas de los fundadores, en Hungría) y en general son muy caros (p. 22) y se ilustra el argumento de que las empresas en los países pobres soportan más regulación que en los ricos con el ejemplo de que cuesta 153 días constituir una empresa en Maputo y sólo 2 en Toronto (p. 3). (El primer pensamiento que se me viene a la cabeza al leer esto – espero no ser inoportuno al decirlo - es que la desgracia no es tener que constituir una empresa en Maputo, ni los notarios en Maputo, sino las condiciones de vida en Maputo).
Para terminar de arreglar la cuestión, en este informe de 2005 se incorporan a la lista de colaboradores los registradores de la propiedad españoles, de los cuales encontramos en el índice a F. Méndez, N. Nogueroles y E. Rajoy. Es de suponer que, en un momento especialmente belicoso, su aportación iría en la línea arruñadista de la inscripción registral, sin notario, como soporte único de la propiedad, aunque la verdad es que no se nota demasiado.
Por último, el informe del año 2006 (“Creating jobs”) sigue más o menos en la misma línea marcada en los anteriores: propone hacer opcional la intervención notarial en el proceso de registro de la propiedad y hacer uniformes los documentos, sosteniendo que 3 de cada 4 países contemplan un proceso de registro de la propiedad sin notario obligatorio sin que los derechos de la propiedad sean por ello menos seguros, además de ser mayor la eficiencia (p. 31).
"En el informe anual del Banco Mundial del año 2004 el notario constituye un auténtico 'cuello de botella' que entorpece y encarece la actividad negocial; se ve como un ejemplo de 'regulación' que se asocia con el desempleo, la corrupción, la menor productividad y la pérdida de inversiones"
La respuesta. Cualquiera que sea la opinión que se tenga sobre el prestigio científico de los informes “Doing Business” del Banco Mundial, su rigor metodológico o su radical apriorismo estadounidense, lo cierto es que se encuentran sobre la mesa del despacho de los ministros de economía de todo el planeta con la pretensión de influir sobre las diversas políticas económicas, sobre todo de los países en vías de desarrollo.
Ante estas circunstancias, no es de extrañar una reacción institucional por parte del Notariado internacional, tanto en la vertiente política como en la científica.
En cuanto a la primera, se han producido contactos de alto nivel por parte de las autoridades notariales y del Banco Mundial con vistas a un mejor conocimiento mutuo y se han abierto nuevas perspectivas en la relación con el nombramiento como Vice-presidente jurídico del Banco de Ana de Palacio, una política que ha sido siempre receptiva con las inquietudes y preocupaciones notariales.
Por lo que respecta a la segunda, han proliferado los intentos de rearme científico-económico de nuestra profesión y nuestra función. El I Congreso del Notariado Europeo de Roma 2005 acogió al respecto interesantes aportaciones del profesor holandés R. Van der Bergh y de nuestro compañero José Manuel García Collantes. La Jornada Notarial Iberoamericana que se reúne en Punta del Este (Uruguay) en noviembre de este mismo año 2006 aborda en el primero de sus temas la “Incidencia de la Economía en el Derecho”, contando con la que es de esperar sea, como siempre, una lúcida perspectiva del ponente español F. Rodríguez Prieto. Y, para no hacer demasiado larga la lista de eventos dirigidos a la finalidad apuntada, me limitaré a señalar el ejemplo del Notariado italiano, admirable por tantas cosas, pero sobre todo por la profundidad y el rigor académico de sus manifestaciones congresuales, que ha incidido en estos problemas en su Congreso de Pesaro 2005 (“Civil law-Common law. Desarrollo económico y seguridad jurídica en el contraste entre sistemas diferentes”) y en el de este año en Riva di Garda (“Sociedad, mercado, reglas. El Notario garante”).
La perspectiva. En este estado de cosas, el Congreso Mundial de la U.I.N.L., que tendrá lugar en Madrid los días 3 al 6 de octubre del próximo año 2007 abordará estas cuestiones en el primero de sus Temas, que la Comisión correspondiente tituló un tanto perifrásticamente “El documento notarial como instrumento de desarrollo en la sociedad”, tema del que he tenido el honor de ser nombrado Coordinador Internacional.
Intentaremos tratar en este foro, lo mejor que nos sea posible, los dos aspectos que constituyen en estos momentos, a mi juicio, el núcleo de la problemática económica de nuestro sistema de seguridad jurídica preventiva.
Por un lado, su comparación en un mundo globalizado (es decir, americanizado) con otros sistemas de seguridad jurídica: sus ventajas, sus inconvenientes, su posible coexistencia.
Por otro lado, el análisis económico de nuestro sistema, en el que sus principales pilares (numerus clausus, monopolio en la actividad, tarifa fija) producen verdadera alergia en quienes sólo son partidarios de abordar las relaciones y los fenómenos sociales desde el punto de vista ultraliberal del mercado.
Parece una buena ocasión para determinar cuál es el valor añadido que supone para la relación jurídica la intervención notarial y comprobar si los conceptos de eficiencia, mercado, competencia, relación coste-beneficio, entre otros, son compatibles con nuestra función y en qué medida lo son.
Desde la confianza en la utilidad de nuestra función y en el futuro de nuestra profesión, espero que lleguemos a unos resultados clarificadores, con el concurso de todos.