ENSXXI Nº 9
SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2006
ELISA DE LA NUEZ SÁNCHEZ-CASCADO
Abogada del Estado excedente y Directora Gerente de Symmachia S:L
La crisis de las empresas de Internet en el año 2000 trajo consigo una gran desconfianza hacia las nuevas tecnologías, afectando a todos los sectores implicados, incluido el de las telecomunicaciones, que contaban con unas sólidas bases de negocio. De la euforia asociada a la nueva economía y las tremendas expectativas que generaron los nuevos negocios vinculados con Internet se pasó a la desconfianza y el desinterés motivados por la sensación de haber sufrido un tremendo engaño. El retraso en el lanzamiento de la tecnología móvil 3G relacionada con las elevadas cantidades de dinero pagadas en países como Alemania y Reino Unido en las subastas por las frecuencias de UMTS acabó de completar un panorama de crisis y pesimismo en torno a todos los negocios relacionados con las nuevas tecnologías.
Pasados cinco años de duros ajustes y de reorientación de negocios, son muchos los indicadores que muestran que, lo que en el 2000 fue un sueño prematuro que fracasó, hoy empieza a hacerse realidad. Sin duda, empresas como Google, Yahoo, Amazon y eBay han tenido mucho que ver con esta nueva situación, y con este nuevo estado de ánimo. Todas han demostrado que es posible hacer dinero en Internet. Entre ellas, Google muestra un dinamismo y una capacidad de innovación que está impulsando y acelerando el desarrollo de los negocios asociados a las nuevas tecnologías por parte de todos los agentes. Una empresa capaz de lanzar servicios como Google Talk o Google Wifi (inicialmente desplegado en las ciudades de Mountain View, sede de Google, y San Francisco) desafiando los modelos de negocio de los operadores de telecomunicación, o Google Book o Google Video cuestionando algunos principios de la industrial editorial o audiovisual, e incluso forzando a la Unión Europea a acelerar el proyecto de Biblioteca Digital Europea, ha supuesto un revulsivo importante para que todos los agentes vuelvan a mirar a las nuevas tecnologías y a Internet como una fuente de oportunidades que es indispensable explorar.
"Pasados cinco años de duros ajustes y de reorientación de negocios, son muchos los indicadores que muestran que, lo que en el 2000 fue un sueño prematuro que fracasó, hoy empieza a hacerse realidad"
A esta situación no solo han contribuido los agentes del mundo de Internet. La experiencia de Apple, empresa del mundo de la informática, y la revolución que ha introducido en el mundo de la música su reproductor iPod y su servicio de descarga de música iTunes ha enseñado a industrias como la electrónica de consumo o la de contenidos audiovisuales que ha llegado el momento de aprovechar todas las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías y explorar los nuevos modelos de negocio. Apple vendió 14 millones de iPod en las Navidades de 2005, en Febrero de 2006 alcanzó la cifra de 1.000 millones de canciones vendidas en su tienda iTunes, a un ritmo de 3 millones de canciones diarias. Apple ha mostrado que es posible crear modelos rentables de pago por el acceso a contenidos on-line.
De la misma manera, el sector de las telecomunicaciones presenta en la actualidad un panorama igualmente favorable en cuento a sus perspectivas de futuro. El exitoso lanzamiento de las redes de telefonía móvil UMTS de tercera generación, y la rápida penetración de los terminales 3G, reabren las expectativas creadas a principios de esta década en relación con la implantación de soluciones que permiten explotar las ventajas asociadas a la movilidad en servicios tradicionales como el acceso a Internet o la recepción móvil de TV. En la misma línea, también se ha dinamizado el mercado de los operadores de telefonía fija, donde el desarrollo de las tecnologías xDSL ha propiciado la aparición de atractivos paquetes de servicios a los clientes (triple play) ofreciendo video a la carta, accesos a Internet a muy alta velocidad y telefonía IP.
Son varios los factores que han contribuido de manera decisiva a este cambio de tendencia en las oportunidades de negocio de las empresas de base tecnológica.
De todos ellos, la evolución de la penetración de la banda ancha en el mundo, y en particular en España, es uno de los más significativos. Europa tiene 233 millones de usuarios de la red y 55,2 millones de hogares con banda ancha. De ellos 5,73M en España, que, a finales de Julio 2006,, alcanzó ya la cifra de 5,94 millones de accesos, tras haber sumado más de 1 millón de nuevos accesos entre Septiembre de 2005 y Marzo de 2006. La banda ancha es la puerta que permite la materialización de las nuevas tecnologías en modelos de negocio rentables y sostenibles, a través del crecimiento de la base de usuarios y la madurez de los modelos de pago a través de la Red.
Al crecimiento de la banda ancha, hay que sumar otros avances. El desarrollo de nuevas tecnologías de acceso, con la apuesta por las tecnologías xDSL y los despliegues de fibra por parte de los operadores de comunicaciones fijas, y las nuevas tecnologías inalámbricas, con las expectativas creadas alrededor de Wifi/WiMAX o la evolución de las tecnologías móviles 3G con HSDPA y 4G para proporcionar mayores velocidades de acceso, son también importantes catalizadores de la nueva situación.
El desarrollo de nuevos servicios para dispositivos móviles, orientados a soluciones empresariales o al ocio, tales como el concepto de oficina móvil, la televisión, los juegos o la música vuelven a contar con un innegable atractivo.
"En este contexto de efervescencia tecnológica hay otro aspecto clave que favorece el desarrollo de empresas asociadas a las nuevas tecnologías. La Unión Europea ha apostado por las TIC como motor de desarrollo económico y social"
Los recientes anuncios realizados por Sony de su dispositivo Mylo, y Microsoft de su reproductor Zune, como dispositivos con conectividad Wifi dirigidos al mercado de ocio y entretenimiento de un público joven muestran también las posibilidades que el mercado de los dispositivos de ocio portátiles empieza a dar a la conectividad inalámbrica. Las expectativas de cobertura de las nuevas tecnologías inalámbricas tanto para acceso a Internet como para ofrecer telefonía móvil IP, avalada por la sucesión de anuncios de ciudades en Estados Unidos que desplegarán redes Wifi/WiMax con cobertura metropolitana, y la renovada apuesta de los operadores móviles por los servicios asociados a sus redes 3G, abren un camino de enormes oportunidades.
El mundo de los contenidos y los nuevos modelos de distribución es otro de los elementos que catalizan el desarrollo de las nuevas tecnologías. Quizás la mejor muestra de estas oportunidades sea el anuncio realizado en la reciente Conferencia Política del PSOE del lanzamiento de una televisión por Internet iPSOE Tv (http://www.psoetv.es/). Las posibilidades que la Red, y los mayores anchos de banda de las nuevas tecnologías de acceso ofrecen a un medio como la televisión sólo han empezado a vislumbrarse. Éxitos como el portal de descarga de vídeos YouTube, donde los usuarios publican cada día más de 65.000 nuevos vídeos, se ven más de 100 millones de vídeos diarios, y cuenta con mas de 20 millones de usuarios únicos; o la sucesión de anuncios de las grandes productoras cinematográficas americanas de sus acuerdos con empresas como Apple o Amazon para explorar nuevos modelos de distribución de sus películas muestran la clara tendencia. Las tecnologías de compresión y difusión de vídeo, de personalización de contenidos, de gestión de derechos de propiedad intelectual o los nuevos modelos de publicidad que deben adaptarse a esta nueva realidad de televisión, y el enorme desarrollo tecnológico que requerirán estos cambios, suponen también nuevas oportunidades de negocio.
En este contexto de efervescencia tecnológica hay otro aspecto clave que favorece el desarrollo de empresas asociadas a las nuevas tecnologías. La Unión Europea ha apostado por las TIC como motor de desarrollo económico y social. El Objetivo de la Agenda de Lisboa es el de convertir a la Unión Europea en "la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo" para el año 2010. Este objetivo es el eje que orienta las prioridades de las políticas comunitarias, reflejadas en el Compromiso de Barcelona de dedicar en el 2010 el 3% del Producto Interior Bruto europeo a la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (I+D+i), en lugar del 2% actual. La revisión de los objetivos de la Agenda de Lisboa en el año 2005, supuso la reafirmación de la apuesta por las TIC, materializado con el crecimiento del presupuesto de programas comunitarios dedicados a la I+D en el VII programa marco y con la vinculación del presupuesto de los fondos estructurales (FEDER y FSE) para el periodo 2007-2013 al cumplimiento de los objetivos de Lisboa.
"Todo configura un escenario de gran atractivo del mercado español de las tecnologías de la información y de las comunicaciones para los inversores"
En esta misma línea, el proceso de revisión del marco regulatorio europeo de las comunicaciones electrónicas debería proporcionar un nuevo impulso al mercado y a la competencia y abrir nuevas oportunidades para servicios de comunicaciones móviles con medidas como la flexibilización del uso del espectro y la creación del mercado secundario.
España no es ajena a este contexto mundial y europeo propicio al desarrollo de las nuevas tecnologías y a la aparición de nuevos mercados para las empresas de base tecnológica. Las cifras de inversión TIC en nuestro país ratifican las buenas perspectivas de crecimiento del sector. De acuerdo con el informe presentado por AETIC el pasado Abril el mercado español de las TIC alcanzó en el año 2005 la cifra de 87.872M, lo que supone un incremento de un 10% respecto al año anterior. El mercado de los servicios de telecomunicación registró un incremento de un 11%, y supera ya los 39.000M, mientras que el sector de las tecnologías de la información aumentó un 8% y el gasto en I+D+i se incrementó un 13%.
El crecimiento del sector TIC en España se verá favorecido en los próximos años por un conjunto de factores adicionales. La decidida apuesta de las políticas públicas tanto del gobierno central, como de los gobiernos autonómicos por el impulso de la I+D y las TIC no es sino la apuesta por un modelo económico que impulse la mejora de la productividad, sobre la base de un mayor aprovechamiento de las TIC en el tejido productivo español. Estas políticas se están poniendo ya de manifiesto por un fuerte crecimiento de los presupuestos públicos del Estado y las CCAA destinados a potenciar la I+D y la innovación tecnológica. Por otra parte España presenta actualmente un retraso relativo respecto de otros países europeos tanto en el gasto en I+D como en el consumo de servicios TIC en hogares y empresas en relación con su PIB, indicadores que tenderán a converger con los promedios europeos, lo que permite pensar en un importante potencial de crecimiento del mercado TIC en España.
A las oportunidades del propio mercado español ha de unirse como factor complementario una gran capacidad de explotación en los mercados internacionales de los sistemas, servicios y contenidos desarrollados para el mercado nacional. A ello contribuyen dos factores. En primer lugar el potencial de la lengua española en la distribución de contenidos digitales en el nuevo entorno de Internet. En segundo lugar la fuerte presencia internacional de las empresas españolas, en especial en el mercado americano, lo que les confiere una gran capacidad de prescripción para la implantación de soluciones de éxito en el mercado doméstico. Destaca en particular, el peso internacional del grupo Telefónica que en Junio de 2006 contaba con 189 millones de clientes en todo el mundo, 134 millones de usuarios móviles, 42 millones de líneas en servicio de telefonía fija, 6,7 millones de usuarios de banda ancha y 0,8 millones de clientes de televisión de pago.
Todo ello configura en definitiva un escenario de gran atractivo del mercado español de las tecnologías de la información y de las comunicaciones para los inversores.
"Las incertidumbres y los riesgos pueden minimizarse si la toma de participación en las empresas de nuevas tecnologías se realiza de manera cuidadosa, mediante procesos de due-diligence rigurosos, especialmente prudentes en las estimaciones financieras provisionales"
No obstante, en este entorno favorable al desarrollo de las empresas de nuevas tecnologías y a la exploración de nuevos modelos de negocio, se hace imprescindible evitar los errores del pasado que dieron lugar a la crisis de las empresas de Internet, a la llamada "burbuja tecnológica". Una burbuja creada en gran medida por unos procedimientos singulares de valoración de las empresas, basados en multiplicadores de magnitudes muy poco relacionadas con la generación de cash-flow o de beneficio neto, como el número de "clicks" o el número de usuarios que se habían dado de alta como suscriptores en servicios que eran gratuitos. Todo ello, unido a una minusvaloración del riesgo y a una cierta euforia respecto de la rápida implantación de los beneficios de la "nueva economía" dio lugar a un resultado de duros ajustes bien conocido.
Las nuevas tecnologías presentan dos aspectos muy específicos desde el punto de vista de la inversión. Por un lado, hay un riesgo asociado a la tecnología, a su evolución futura y la posible aparición de tecnologías sustitutivas, al que hay que añadir el riesgo derivado de una regulación cambiante y compleja. Por otro, la adecuada valoración de las empresas de nuevas tecnologías y sus modelos de negocio sigue siendo un reto, dada la falta de series históricas relevantes que permitan comparar la evolución de negocios similares en otros mercados. En algunos de estos negocios, como en la domótica, España puede jugar un papel pionero, dado el dinamismo de su mercado inmobiliario.
En definitiva, los inversores y en particular el capital riesgo, si quiere ser fiel a su concepción originaria de arriesgar para ganar tienen que jugar un importante papel en el desarrollo del sector TIC en España. Es cierto que el sector ofrece incertidumbres y riesgos, pero también grandes oportunidades. Las incertidumbres y los riesgos pueden minimizarse si el proceso de toma de participación en las empresas de nuevas tecnologías se realiza de manera cuidadosa, mediante unos procesos de due-diligence rigurosos, siendo especialmente cuidadoso y prudente en la realización de estimaciones financieras provisionales. Para ello resulta necesario contar con el asesoramiento de expertos o personas conocedoras tanto del mercado, el sector, y la tecnología como de los aspectos regulatorios y jurídicos asociados a este tipo de negocios, capaces de apoyar a los inversores en el seguimiento y control de la gestión de la empresa. Cualquier proceso de inversión requiere un cuidadoso análisis de las oportunidades y los riesgos. Parece llegado el momento de que inversores en general y capital riesgo en particular, de la mano de profesionales conocedores del sector, superen viejos temores y apuesten decididamente por el futuro.