ENSXXI Nº 9
SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2006
Señor Presidente:
A mediados del mes de julio de este año, el Secretario de la Junta de Patronato de la Mutualidad Notarial ha firmado y circulado a todos los Notarios, activos y jubilados, una carta que podría pasar por particular pero que podría tal vez considerarse expresión del criterio de la propia Junta, ya que la suscribe en su calidad de Secretario de ella y no parece lógico que se utilice ese cargo para sostener opiniones privadas. Este es el motivo de que la Junta Directiva de la Asociación que presido haya decidido enviar a Vd., como Presidente de la Junta de Patronato, una contestación.
Aunque la carta en cuestión, plagada de falsedades, expresiones demagógicas y hasta injuriosas, podría muy bien ser objeto simplemente de desprecio, el respeto a nuestros asociados exige, a nuestro juicio, una respuesta detallada y concretada en cada
uno de sus puntos.
Ya el arranque de la carta resulta, como mínimo, sorprendente por su auto complacencia ("la integración ha resultado modélica", "la adecuada gestión de la MN por las sucesivas Juntas de Patronato... "). Pero quizás podamos detenemos en las razones que se alegan para esa autocomplacencia:
- No sabemos (no se facilitaron a los Notarios en ningún momento las detalladas explicaciones a que tenían derecho) si realmente el coste de la integración - que representaba el pago, no se olvide, del patrimonio creado por los Mutualistas - se defendió por esas "modélicas" Juntas de Patronato con la eficiencia necesaria. No sabemos, por ejemplo, si fueron exactos los cálculos actuariales que sin duda se realizaron, cuáles fueron los criterios de esperanza de vida de los Notarios, viudas y huérfanos tenidos en cuenta, ni las estadísticas utilizadas; no sabemos si se tuvo en cuenta el hecho de que desde tiempo atrás muchos Notarios cotizaban como Trabajadores Autónomos a la Seguridad Social, para rebajar esas cotizaciones de los cálculos de la Administración. Sólo conocemos, sí, unas cifras, frías pero escalofriantemente cuantiosas, entregadas a costa del patrimonio (¿será necesario repetir que creado por los Mutualistas?) de la Mutualidad Notarial.
- No sabemos durante cuanto tiempo se pagaron intereses por las cantidades aplazadas ni la suma total de esos intereses; tan solo que su porcentaje era del 4,5 %, netamente superior, si no nos equivocamos, al de los intereses que la MN percibía de los Colegios Notariales por sus deudas.
- La formación del patrimonio que ha permitido - con un importantísimo remanente, que por cierto el luminoso dictamen del Consejo de Estado ha impedido que pasase, como se pretendió y estuvo a punto de ocurrir, al Consejo Superior del Notariado - pagar el coste de la integración en la SS, no se ha "formado" por la gestión de Junta de Patronato sino, y no lo repetiremos ya más veces, por las aportaciones de los Mutualistas. - Sobra, desde luego, el risible comentario de la comparación con el coste de la integración en la SS de los empleados de Notarías. Y sobra porque - con el estilo, que impregna toda la carta, de falsedades, de medias verdades (que son siempre medias falsedades) y de afirmaciones demagógicas - aquél coste se hizo recaer sobre los Notarios en activo, que tuvimos la gallardía de asumido sin protestas pese a lo poco justo de los planteamientos. Pues ¿qué quería y de qué presume el Sr. Cervera Taulet? ¿Tal vez pretendía que fuese soportado por la Mutualidad Notarial? Y mejor es no detenemos en la referencia a lo que "ahora" suele denominarse "deuda histórica": al Sr. Cervera acaso le parece una muestra de ingenio lo que no pasa de ser una incoherencia histriónica.
Entrando de lleno en materia, apuntaremos lo siguiente:
1. Las referencias a que los Notarios activos fueron integrados en la SS y a que los Jubilados perciben la pensión máxima serían interesantes si se hubiesen conseguido esos logros por gestiones extraordinarias de los Órganos rectores de la Mutualidad, pero como ya hemos dicho no sabemos - porque nunca se nos ha explicado - si el altísimo coste de la integración constituyó una contraprestación tan justa y hasta modélica como se nos dice.
2. La afirmación de que la Mutualidad Notarial abona a los Jubilados un suplemento que cubre la diferencia entre la pensión de la SS y la que se percibía de la Mutualidad antes de la integración es falsa. Fue cierta en su origen, pero no cuando se va reduciendo el escaso suplemento a medida que se aumenta, por el cálculo del IPC, la pensión de la SS (el suplemento debería experimentar la misma subida, porque parece razonable que si la integración no se hubiese producido y la pensión se satisficiera por la Mutualidad la pensión íntegra subiría a tenor del IPC) y menos cuando los Notarios que se han jubilado a partir de 1 de enero de 2006 han sido desposeídos, con absoluta falta del mínimo espíritu de solidaridad (y además sin respeto a la legalidad, porque no se han cumplido los requisitos estatutarios para las reducciones de prestaciones), íntegramente de ese suplemento. Y conviene recordar que la reducción y la supresión han sido acordadas por las dos últimas "modélicas" Juntas de Patronato.
3. La referencia a que los mutualistas disponen de la asistencia sanitaria del Régimen General de la SS es desechable por lo obvia. ¡Sólo faltaba que los Notarios y sus viudas, tal vez por el hecho de ser Notarios y viudas de Notarios, no dispusieran de la misma asistencia que los demás afiliados! Tal vez al talante generoso del corresponsal esa obviedad le parezca un logro espectacular.
4. Nada hay que objetar a que las cuentas sean públicas y auditadas, a la presumible honorabilidad de los Auditores, a que no se reciben ya aportaciones forzosas ni a que se realicen actuaciones tendentes a la conservación del patrimonio de la Mutualidad, simple cumplimiento de una obligación que incumbe a quienes se ocupan de intereses ajenos.
5. Todas esas verdades (las únicas, realmente, que contiene la carta, aunque sean las verdades de Perogrullo) son conocidas - y en algunos aspectos sufridas - por nosotros, aunque es de agradecer al comunicante su intención de ilustramos sobre ellas.
6. La Mutualidad Notarial está en situación de disolución de hecho, aunque no lo quiera reconocer el Sr. Cervera. Así se establecía en el proyecto de Real Decreto - rápida y unánimemente informado favorablemente por la Junta de Patronato que disponía del patrimonio de la MN y que fue abortado como consecuencia del dictamen del Consejo de Estado, y así se ha dado a entender en alguna reciente Resolución de la Dirección General de los Registros y del Notariado. De las consecuencias de esta situación en relación con la representatividad de la Junta de Patronato se hablará en su momento.
7. En cuanto a la composición de la Junta de Patronato sí cabe resaltar algo: su absoluta antidemocraticidad, ya que ni se tiene en cuenta la voluntad de los Mutualistas ni se permite que entren en esa Junta Notarios Jubilados. Se podría calificar esa carencia democrática, ya que no de "deuda histórica" sí de "resabio histórico". . .
8. La acusación de que se pretenden conseguir privilegios "dificilmente defendibles en nuestros días" (aquí aparece la vena democrática del Sr. Cervera, poco coherente con su aceptación de la composición autocrática y trasnochada de la Junta de la que es secretario) es insultante y, además, falsa. Y creemos que se puede demostrar fácilmente:
- Es insultante porque imputa indirecta pero claramente a la Asociación de Notarios Españoles Jubilados (debe de ser uno de esos "grupos de presión" que al parecer existen dentro del Notariado) una rastrera intención de conseguir privilegios antisociales. Y nuestra opinión de que el Sr. Cervera trata de arrojar ese baldón sobre ANEJ no es gratuita: el comunicante delata sus intenciones cuando aclara que se refiere al pago de los suplementos y al seguro médico, como es sabido caballos de batalla de ANEJ. Y menos mal que no se ha referido también al proyecto de Decreto antes citado, porque entonces podrá alguien sacar la conclusión de que se consideraba "grupo de presión" al Consejo de Estado. ..
- y es absolutamente falsa porque pedir que el Notariado cumpla el "compromiso de honor" que asumió en su último Congreso Nacional, que es el de mantener el seguro médico complementario nada tiene que ver con exigir privilegios. Podríamos informar al Sr. Cervera de que un seguro de ese tipo se mantiene, en favor de los Registradores Jubilados, por el Colegio nacional de Registradores de la Propiedad y Mercantiles (el Cuerpo hermano nos da lecciones de solidaridad) sin que nadie se rasgue las vestiduras por ello ni menos insulte a los miembros de su Junta de Gobierno.
9. y finalmente, contestamos a las preguntas que formula el Sr. Cervera, porque aunque no pasen de ser un lamentable ejercicio de demagogia barata entendemos que no son preguntas retóricas sino preguntas que piden respuesta:
- Nadie defiende que "alguien" (los Notarios Jubilados y las viudas, un suponer) tenga derecho "a más" que el resto de los españoles. Por si el firmante de esa carta no ha caído en ello, son innumerables los españoles que disfrutan de un seguro médico complementario del de la SS: exactamente todos los que lo pagan; y da la casualidad de que los Notarios Jubilados ni siquiera pedimos ya que se haga cargo de eso el Notariado activo (a pesar de los "compromisos de honor". . .) sino el patrimonio de la Mutualidad, que es de todos lo Mutualistas como ha reconocido el Consejo de Estado. Y no sería ocioso al Sr. Cervera que los propios Gobiernos de España no sólo han permitido sino en ocasiones fomentado la contratación de seguros médicos complementarios privados, medio indudablemente eficaz de descargar a la Seguridad Social de costes y dificultades de servicio. ¿Será ello un fomento de privilegios antisociales?
- Ese seguro médico "de lujo" que tanto escandaliza al corresponsal y ese coste "de lujo" (que se cuida de expresar, para hacer su torpe argumento más demagógico si cabe, en cifras totales, que siempre llaman la atención) da la casualidad de que representaría, externalizado, una parte pequeña del patrimonio actual de la Mutualidad.
- La afirmación de que el destino del patrimonio de la Mutualidad debe fijarlo el Gobierno o el Parlamento no pasa de ser un brindis al sol pero impropio de quien se considere jurista: ningún Gobierno puede decidir el destino de ese patrimonio, salvo que sea el que ha dictaminado el Consejo de Estado, es decir, el de constituir un patrimonio separado afecto a finalidades de previsión y en beneficio de quienes lo han constituido; y no puede porque darle otro destino sería una confiscación, y los Gobiernos de España, como Estado de Derecho que es, no confiscan. Y tampoco puede decidirlo, fuera de aquellos inexcusables parámetros, el Parlamento, porque de hacerlo el Parlamento vulneraría frontalmente la Constitución española, y los Parlamentos españoles no vulneran la Constitución.
- y por último, la última falsedad: nadie ha pretendido (desde luego, no la Asociación de Notarios Españoles Jubilados) que el seguro médico complementario lo tengan los ya jubilados y no los que se jubilen en el futuro. El Sr. Cervera sigue tocando de oído: ANEJ ha propuesto, en un proyecto de disposición reguladora de la disolución y liquidación de la Mutualidad, que el seguro médico, como cualesquiera otras prestaciones complementarias, cubra a todos los Mutualistas, y siempre en proporción no a las cantidades aportadas, lo que consideramos antisolidario, sino a los años de cotización, como siempre fue el criterio del Estatuto de la Mutualidad. Si no está informado, infórmese el Sr. Cervera antes de ejercitarse en el difícil arte de la intriga, la falsedad y la injuria.
Una última reflexión: tenemos la esperanza de que el coste del envío de la lamentable carta que hoy contestamos se haya sufragado personalmente por su fmnante y no con fondos de la Mutualidad, aunque esa esperanza se transforma en duda dado que se ha utilizado papel de la Mutualidad y el firmante se ha cuidado de constatar su cargo de Secretario.
Le saludamos atentamente.
Antonio Francés
Presidente de la ANEJ