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REVISTA110

ENSXXI Nº 119
ENERO - FEBRERO 2025

 

Alfonso Madridejos Fernández
Rodrigo Tena Arregui

Notarios de Madrid

El inicio del nuevo año nos ha sobresaltado con la salida de Isidoro Lora-Tamayo Rodríguez como director de la Academia de Preparación a Oposiciones de Notarías, dependiente, a través de la Fundación Matritense del Notariado, del Colegio Notarial de Madrid.

La dedicación de Isidoro a la preparación de los opositores ha sido constante e intensa a lo largo de toda su larga vida profesional, como bien podemos atestiguar los que esto escribimos, que aprendimos de él a hacer dictámenes a finales de los ochenta. Pero esta dedicación ha encontrado su punto álgido en los nueve intensos y fructíferos años en los que Isidoro ha asumido la dirección de la Academia de Preparación de Madrid.

“En la brillante y exitosa historia de la Academia, los nueve años en los que Isidoro ha sido su director quedarán como una edad dorada en la que se han alcanzado máximos de eficiencia y excelencia”

La oposición libre, como sistema de selección justo, objetivo e imparcial, ha sido, desde la promulgación de la Ley del Notariado de 28 de mayo de 1862, seña de identidad del Notariado, y una referencia para otros muchos cuerpos, gracias a la cual, durante más de un siglo, han podido acceder al Notariado los candidatos mejor preparados, en absoluta igualdad de condiciones y con independencia de cualquier circunstancia subjetiva.
Pero el sistema de oposición, por muy objetivo que sea, quedaría incompleto si no se facilitase a todos los aspirantes la posibilidad de acceder a la mejor preparación posible, cualquiera que sea su lugar de residencia y su situación personal, garantizándose una auténtica igualdad de oportunidades. Y tal cosa se consigue no solo a través de un sistema de becas por parte de Colegios y Academias, tradicional ya en el Notariado, que permita que cualquiera pueda optar por esta oposición sin que en ningún caso la cuestión económica constituya una barrera, sino también con un sistema organizativo que facilite la circulación amplia de la información y, especialmente, atender de manera particular a los casos difíciles, los que por cualquier circunstancia presentan más dificultades de adaptación a un sistema de selección tan exigente como es la oposición.
Inicialmente la labor de la preparación fue asumida, de forma totalmente altruista, por notarios individuales, pero hace ya muchos años, por dichas razones, los Colegios Notariales tomaron conciencia de la necesidad de una mejor organización del trabajo de los preparadores en beneficio de los opositores, lo que propició la creación de diversas Academias de Preparación en toda España. El Colegio de Madrid fue pionero y en 1981 se creó la Academia Matritense, que constituye una auténtica referencia nacional y uno de los mayores orgullos para el Colegio de Madrid, a la que acuden opositores de toda España para formarse y prepararse.
En la brillante y exitosa historia de la Academia, los nueve años en los que Isidoro ha sido su director quedarán como una edad dorada en la que se han alcanzado máximos de eficiencia y excelencia, como demuestran todos los datos disponibles, y se ha proporcionado a los opositores, en absoluta igualdad, atendiendo a las circunstancias y necesidades de cada uno, los instrumentos necesarios no solo para conseguir su objetivo inmediato, que es aprobar la oposición, sino también para formarse como personas, como juristas y como buenos notarios.

“El sistema garantiza a cualquier opositor que supera los teóricos, incluso aunque la preparación de esos ejercicios se haya realizado en otra academia, el acceso a la mejor preparación posible”

La dedicación de Isidoro durante estos años ha sido total, mucho más allá de lo exigible a cualquier director, con una presencia diaria y constante en la sede de Columela, lo que le ha permitido realizar una eficaz tarea de dirección de carácter general, garantizar una óptima gestión del día a día, con una atención permanente a todos los detalles y, sobre todo, facilitar a todos los alumnos, preparadores y trabajadores de la Academia la máxima disponibilidad y accesibilidad.
El trabajo personal de Isidoro, con un especial seguimiento de los alumnos aprobados, ha permitido ampliar el número de preparadores con la incorporación de muchos nuevos notarios y ha hecho posible la formación de equipos idóneos, siendo de destacar la práctica eliminación de las listas de espera y que los plazos de asignación de preparador a quienes, provenientes de todos los lugares de España, deciden iniciar o continuar su preparación en la Academia de Madrid, muchas veces sin ninguna relación previa con el Notariado sean, muy probablemente, los más cortos de la historia.
Especialmente importante ha sido el trabajo de redacción y actualización del temario que se inició nada más tomar posesión Isidoro de su cargo, con la ayuda de varios y valiosos colaboradores, pero siempre bajo su dirección y supervisión personal. Este ímprobo trabajo ha permitido que durante todos estos años los opositores hayan tenido a su disposición unos temas, en todas las partes del programa, modernos y de alta calidad. Y, muy especialmente, ha hecho posible una actualización permanente y de altísima calidad, como lo demuestran los numerosos correos que constantemente recibimos de Isidoro opositores y preparadores a los muy pocos días de cualquier modificación, legal o reglamentaria, por nimia que sea. A nadie se le escapa la extraordinaria importancia que tal cosa supone para aquellos opositores menos conectados social o familiarmente con el mundo jurídico.
Una mención particular merece la preparación del dictamen, que Isidoro restructuró en su totalidad mediante un sistema exitoso, que exige enorme esfuerzo de él y de los preparadores involucrados, y que se ha mostrado enormemente eficaz a la vista de los resultados obtenidos. El sistema garantiza a cualquier opositor que supera los teóricos, incluso aunque la preparación de esos ejercicios se haya realizado en otra academia, el acceso a la mejor preparación posible, con dictámenes en grupos reducidos, corregidos por algunos de los más prestigiosos juristas de nuestro Colegio, y con tutores que se encargan del seguimiento personalizado de cada opositor individual. Todo el que conoce a Isidoro sabe que los “meses de dictamen” han sido para él meses de actividad frenética con una implicación y dedicación absoluta que han hecho posible los magníficos resultados de los que el Colegio de Madrid tanto puede presumir.

“Y si en algo ha destacado Isidoro en todos estos años es en su humanidad, generosidad y altruismo, en su trato directo y personal con todos los alumnos y con los preparadores, en su abnegación y dedicación permanente y en su vocación de servicio”

A todo ello hay que añadir que Isidoro, yendo mucho más allá de lo que serían las obligaciones generales de un director, se ha involucrado personalmente en la preparación individual de los opositores, cargando sobre sus espaldas los casos más complicados o con menos apoyo. Trasladando a su actividad como preparador ese elemento clave de la función notarial tan bien expresado en el artículo 147 de nuestro Reglamento (“prestará asistencia especial al otorgante necesitado de ella”), formó grupos de preparación de dictámenes con los alumnos que tuvieron la desgracia de suspender el ejercicio práctico en oposiciones anteriores y se ha encargado él personalmente de los alumnos que se encontraban, por las circunstancias que fuesen, con mayores dificultades, haciendo suyo el lema de que la igualdad de oportunidades supone prestar especial apoyo a quienes más lo necesitan.
Y si en algo ha destacado Isidoro en todos estos años es en su humanidad, generosidad y altruismo, en su trato directo y personal con todos los alumnos y con los preparadores, en su abnegación y dedicación permanente y en su vocación de servicio a los alumnos, en primer lugar, buscando siempre su formación como personas, como juristas y como notarios. Pero también de servicio al Colegio de Madrid, que se ha beneficiado del prestigio que él ha dado a la Academia y, sobre todo, al Notariado, en el que, gracias a él, se han incorporado mejores personas que, siguiendo su ejemplo, no pueden ser sino buenos notarios.

SC ISIDORO
El listón queda muy alto y, ciertamente, va a ser un reto para la Junta Directiva del Colegio, responsable en última instancia de la Academia, encontrar a alguien que pueda mantener la dedicación y excelencia de Isidoro, pero, en cualquier caso, a nosotros, y a todos los que nos hemos beneficiado de su trabajo, solo nos queda darle las gracias y pedirle que, ya como preparador de a pie, gracias a unas capacidades que conserva intactas, continúe con su inigualable tarea durante muchos años con la misma ilusión y entrega.

Nueva Dirección en la Academia de Preparación a Notarías

Sucede a Isidoro Lora-Tamayo en la dirección de la Academia de Preparación a Notarías Ignacio Solís Villa, Decano honorario. Le acompaña como subdirector Francisco David Hurtado Cañas, notario de La Carlota (Córdoba). Ambos son juristas de reconocido prestigio, con una sólida trayectoria en la preparación de oposiciones a notarías y estamos seguros de que continuarán manteniendo los mismos niveles de excelencia alcanzados hasta ahora.
Les deseamos el mayor de los éxitos en esta nueva etapa y expresamos nuestro más sincero agradecimiento por asumir una labor de tan alta relevancia.

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